Si alguna prueba faltaba para caracterizar la 4ª Transformación como la 3ª Bis del PRI, la creación del consejo empresarial de asesoría del presidente López Obrador acomodó las cosas en su lugar.
Y más que el de Luis Echeverría, el modelo presidencial económico empresarial de López Obrador se parece al de José López Portillo: la incorporación del sector privado al Estado para crear una Alianza para la Producción sin distribución equitativa de la riqueza.
La lista de empresarios lopezobradoristas refiere a beneficiarios del Estado:
–Ricardo Salinas Pliego, quien ya colocó a Esteban Moctezuma en el gabinete y aspira a sumarlo a la lista de la sucesión presidencial del 2024 y logró que su Banco Azteca sea parte de la entrega de beneficios asistencialistas en efectivo de López Obrador, fue una pieza de Carlos Salinas de Gortari y con un préstamo de Raúl Salinas de Gortari adquirió TV Azteca. Y luego en el conflicto con Canal 40, usó la fuerza para apropiárselo.
–Bernardo Gómez, copresidente de Televisa, es un personero directo de Emilio Azcárraga Jean, cuyo imperio tambaleante fue fortalecido por un pacto político con Marta Sahagún, y hoy con Peña Nieto recibió buena parte del pastel publicitario. Televisa fue soldado del PRI, luego del PAN, nuevamente del PRI y ahora será de AMLO-Morena. Por contenido de sus programas, Televisa y TV Azteca son aparatos ideológicos del gobierno en turno.
–Olegario Vázquez Raña, empresario de salud, proveedor del ejército y dueño de Grupo Imagen TV y periódico Excelsior (“encarna la corrupción” y Excelsior es un “pasquín de quinta”, dijo López Obrador en 2016), se hizo del diario a través de una maniobra operada por Marta Sahagún.
–Carlos Hank González es presidente de Banorte y Grupo Maseca, dos de las piezas empresariales del PRI que proveyeron de recursos a Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo para sus campañas y recibió beneficios a través de Conasupo; además, es nieto del empresario y político Carlos Hank González, prototipo de la fusión del dinero y el poder y autor de la frase “un político pobre es un pobre político”. La fortuna del abuelo Hank se hizo desde Conasupo y se extendió a Pemex.
–Miguel Alemán Magnani, de Interjet, es nieto del expresidente Miguel Alemán Valdés e hijo del exgobernador priísta Miguel Alemán Velasco, piezas del priísmo convertido a la empresa. El expresidente alemán logró un paquete de acciones de Telesistema Mexicano (hoy Televisa) y ahí se coló su hijo como funcionario. En la época del presidente Echeverría, Alemán Velasco fue vicepresidente de Televisa, director de televisión del PRI y director de medios electrónicos en la presidencia de la república. Además, El presidente Alemán impuso la contrarrevolución en su sexenio para desmantelar las medidas revolucionarias del presidente Cárdenas, cuyo retrato preside los actos de López Obrador: el amparo agrario, la transformación del PRM en PRI, el fin del reparto de tierras y la educación al servicio del sistema priísta. Con Alemán comenzó la corrupción de los políticos vía el contratismo de obras vigente y mejorado en la actualidad. Por ello el retrato de Cárdenas con López Obrador es un acto de demagogia, no de congruencia política.
Ninguno de los empresarios del Consejo Empresarial de López Obrador representa al sector privado productivo de fábricas, por lo que estarían todos en lo que André Gunder Frank caracterizó como lumpenburguesía o grupos que no crean riqueza pero que sí se apoderan de ella vía sus compromisos con el gobierno y con el Estado.
Y en el lenguaje actual, esos empresarios lopezobradorizados serían los primeros fifichairos, una nueva casta estamental pegada al presupuesto. De acuerdo con la Real Academia Española, fifí quiere decir “persona presumida y que se ocupa de seguir las modas”, es decir, una casta parásita desligada de la realidad social: y según el Diccionario del Español de México de El Colegio de México, chairo es la “persona que defiende causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha, pero a la que se atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dice defender; persona que se autosatisface con sus actitudes”.
Sin organizaciones obreras o proletarias dentro de su sistema político, el proyecto de desarrollo de López Obrador será el mismo del viejo PRI: el capitalismo empresarial con el Estado como garante de la acumulación privada de capital y concentración de la riqueza, el mismo que ha funcionario desde 1983 como neoliberalismo diseñado por Carlos Salinas de Gortari. Con Echeverría y López Portillo el contrapeso a la empresarización del Estado estaba en el congreso del Trabajo y la vigencia, burocrática pero presente, de un sector obrero cuando menos como dique a la privatización total del Estado.
De ahí que la 4ª Transformación sea la 3ª Bis del PRI neoliberal salinista.
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Política para dummies: La política, al final del día, acaba por mostrarse como es, a pesar de los esfuerzos por disfrazarla.
@carlosramirezh