ZAACHILA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Entre el adolescente impulso de escribir una historia de ficción y la publicación de su primer libro transcurrieron diez años.
El libro es Kodiak Bear (Editorial SM, 2017), que a decir del escritor Juan Villoro, es una historia pertinente que aborda la depresión en los jóvenes al tiempo que otorga al lector un camino de superación.
El autor es Aragón Iriarte –Jorge Iván-, originario de la Villa de Zaachila, una pequeña comunidad zapoteca de los valles centrales de Oaxaca, y estudiante de Relaciones Internacionales.
En 2017, el oaxaqueño de 28 años obtuvo con Kodiak Bear el premio de literatura juvenil Gran Angular SM 2017, otorgado por la Fundación SM en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
En entrevista, Yorch, como le llaman sus amigos en redes sociales, explica cómo ha sido el proceso que le llevó a la literatura, y anuncia la presentación de su libro en esta ciudad el próximo viernes 20 de abril en el foro El Huaje de la Proveedora Escolar en el centro histórico
-¿De donde te vinieron las ganas de escribir un libro?
-Considero que proviene por mi afición a las historias y a la ficción en general. Recuerdo que desde pequeño quería hacer historias para animaciones, cómics o películas de ciencia ficción, pero fue hasta después de los 18 años que me interesé realmente en la literatura. Comencé a leer novelas, cuentos, y los libros se volvieron mi refugio.
Después, aproximadamente a los 20 años, vino a mi mente la idea de empezar a experimentar con la escritura, que considero es el paso más difícil, el del artificio de escribir junto a la complejidad de sus reglas. Porque la otra parte, la de imaginar y crear, supongo que ya la tenía un poco más desarrollada. Desde ahí no he parado en experimentar con las letras.
-¿Por qué el título Kodiak Bear?
-Porque la ciudad ficticia del libro se llama “Kodiak”, es una isla en donde sus habitantes son angloparlantes y bueno, el por qué del título se desvela en los últimos capítulos. Sería un enorme spoiler si lo explico. Es mejor si leen la novela sin saber muchos datos para que puedan adentrarse mejor en la historia.
-¿Cuáles fueron tus primeras lecturas literarias? ¿Qué libros te gustaban cuando eras niño?
-El primer libro que recuerdo fue uno llamado Esteban y el fantasma de Sibyl Hancock. Después fui leyendo los clásicos de los hermanos Grimm, pero adaptados para niños porque los originales son bastante crudos. Recuerdo también los relatos de Las mil y una noches en versiones ilustradas, versiones en pop-up, e incluso un libro que incluía un audio casete de los mismos cuentos árabes que a diario escuchaba y leía con mi hermana mayor. En realidad mis padres siempre se interesaron porque mis hermanas y yo tuviéramos material de lectura o libros didácticos a la mano, cosa que les agradezco muchísimo.
-¿Cuál fue tu motivación para escribir Kodiak Bear?
-La literatura en sí, lo que Bukowsky definió como un sol ardiente que quema tus vísceras, que quiere salir para ser escrito. También las ganas de compartir una historia que representará a la depresión, a la ansiedad, y a los sentimientos de autodestrucción que nos florecen en los peores momentos. Porque también en lo “negativo” existe una estética brillante.
-Platícanos un poco de qué va la novela.
-Trata sobre un chico de 17 años que sufre trastornos de depresión, ansiedad y de pensamientos suicidas. Está buscando un sentido que le explique el por qué de su vida. Piensa que no pudo haber persona más desgraciada en el mundo que él, pero de repente se percata que cada vez que sale a la calle varias personas lo vigilan.
El protagonista piensa que se trata de los primeros síntomas de una esquizofrenia o de delirios persecutorios, sin embargo, comprueba que de verdad lo siguen y lo vigilan a detalle. Una noche recibe la llamada de una persona misteriosa que está dispuesta a explicarle todo. Desde ese momento se vuelve una novela de carretera de ciencia ficción social, con muchas referencias a la música independiente.
-¿Hay un antes y un después de tu vida a partir del premio Gran Angular?
-Sí, por supuesto. El simple hecho de ser publicado por SM y haber recibido el premio por parte de Juan Villoro representó algo enorme para mi vida y mi apenas iniciada carrera literaria. Fue algo muy afortunado que mi primer libro resultara premiado y que además se distribuya en las mejores librerías. Es algo que aún no digiero muy bien.
Agregando que ahora puedo escribir con comodidad mi segunda novela sin necesidad de hacer algo más. Sin embargo viene la otra parte, la de la responsabilidad. No sé, me intimida el hecho de haber entrado de manera formal a un mundo de titanes y monstruos literarios cuando yo apenas soy un ínfimo chapulín.
-¿Dónde has presentado el libro anteriormente?
-La única presentación formal fue en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en noviembre del 2017. De ahí fui a la Ciudad de México a la promoción con algunos medios. Pero en Oaxaca no se había presentado. De hecho ha pasado desapercibido.
Si ni siquiera las autoridades de mi comunidad han dicho nada al respecto mucho menos puedo esperar algo de las autoridades estatales. Sin embargo he contado con el apoyo de personas magníficas como del Maestro Rodrigo Cruz Iriarte que junto con Fondo Ventura tuvieron un auténtico interés en el libro y gracias a ellos se podrá presentar el 20 de abril en el Foro El Huaje, situado en la segunda planta de la Proveedora Escolar, a las 17:30 horas.
-¿Quieres dedicarte a la literatura?
-Sí, totalmente. Es lo que le da sentido a mi vida. Considero que ese es uno de los eternos dilemas del hombre, buscar su propio sentido. Yo he encontrado el mío y no lo pienso dejar.
-¿Algo que desees agregar?
-Que se apoye a la cultura creativa de los oaxaqueños en todas las ramas. Y no lo digo por mí. Es evidente que Oaxaca tiene un potencial enorme para generar científicos, pintores, músicos, escritores, cineastas, filósofos, en fin… no hay que asombrarse dado que tenemos a la mano una de las mejores culturas del mundo. Hay mucho de dónde inspirarse. Pero a las autoridades no les interesa nada que no sea redituable para ellos. Solo nos queda apoyarnos entre nosotros. Como ha sido siempre.
-Muchas gracias.