OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- La celebración de la Semana Santa en Oaxaca de Juárez reúne cada año a miles de personas, quienes la reciben con entusiasmo, pues en esta temporada vacacional se pueden adquirir artesanías de las ocho regiones del estado, pero principalmente las elaboradas con palma, características de la región Mixteca.
De acuerdo con la religión católica, el inicio de la Semana Mayor se representa con la celebración del “Domingo de Ramos” y culmina con la Pascua de Resurrección. Por lo que los cristianos recuerdan la entrada de Jesucristo a Jerusalén con la adquisición de estos productos hechos por manos oaxaqueñas.
En la víspera de esta celebración, los accesos de los diferentes templos de la ciudad se convierten en el epicentro de esta conmemoración, pues desde una semana previa,artesanos provenientes de las regiones de la Mixteca, Cañada y Sierra Norte, se instalan en los atrios para vender las tradicionales palmas de coyol, flores, corozo, palmito y las imágenes religiosas realizadas con hojas de trigo, que posteriormente son bendecidas por los sacerdotes.
Los precios de los productos de estos artesanos oscilan entre los 15 y 80 pesos, dependiendo del tamaño y material; y son requeridos por los feligreses pues representan diversos significados y son utilizados para varios fines.
Para Agripino López López
Junto a su esposa, hermano, cuñada y papá, realizan estos productos que expenden en los accesos a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Experto en tejer sombreros de palma, petates y demás accesorios que lo han ayudado a sobrevivir durante la temporada de Semana Santa, don Agripino López comparte que cada año la venta de los productos va disminuyendo considerablemente y se lo atribuye a que “la gente ya no cree, ha perdido la fe, nosotros lo vemos cada año, es lamentablemente”.
Agripino López sabe que las palmas en “Domingo de Ramos” significan la bienvenida de Jesús y el sacrificio que hizo para salvar a la humanidad; sin embargo, no se desanima y sobrevive pese a las adversidades del tiempo, “aquí estamos bajo el sol porque no queda de otra”.
De acuerdo con la artesana Estela Rodríguez, una vez que las personas bendicen las palmas suelen colocarlas en las puertas, ventanas o algún lugar privilegiado del hogar y las utilizan como amuletos con fines curativos o para mantener alejados a los “malos espíritus” o a los rateros.
Además –comparte- se cree que para curar un hogar es importante quemarlas y esparcir el humo en forma de incienso, ya que al estar benditas puede ayudar a solventar los males sobrenaturales.
Finalmente expone que muchas personas tienen la creencia de que las palmas deben estar acompañadas de algunas ramas de ruda, romero y otras yerbas, pues se cree que son un remedio eficaz contra los males.