Fotografía: CARMEN LETICIA PACHECO
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- El programa cultural “Yo presto mi casa” tiene el propósito de que la música, el arte, llegue a todas la agencias y colonias posibles de la capital del estado, ya que es necesario que la sociedad conozca a sus artistas, porque hoy en día se conoce más a delincuentes como “El Chapo” Guzmán o al ex gobernador Javier Duarte que las y los creadores, expresó Carlos Spíndola Pérez Guerrero, Director de las Culturas del municipio de Oaxaca de Juárez.
Luego de asistir a la presentación de la cantante y compositora Ana Díaz en la casa de doña Rosa Guzmán en la unidad habitacional de la Primera Etapa del Infonavit, el servidor público manifestó el interés del ayuntamiento citadino por el mejoramiento de la convivencia social a través de la música.
Explicó que “Yo pongo mi casa” se realiza cada 15 días en el patio o en el frente de un domicilio particular para que las familias disfruten de las y los artistas oaxaqueños. El primer concierto fue ofrecido por Alejandra Robles y el de este miércoles por Ana Díaz, acompañada de Héctor Díaz.
-¿O sea que sí hay presupuesto para la cultura?
-La falta de recursos no debe ser obstáculo. Lo que hacemos llegar a un acuerdo digno para ellos en lo económico y al mismo tiempo ellos se solidarizan con el proyecto. Las familias anfitrionas por su parte se responsabilizan y arreglan el espacio además de invitar a sus vecinos y amistades.
Spíndola Pérez Guerrero pertenece a una familia amante de la cultura y especialmente de la música, lo cual se refleja en este proyecto. Experto en música clásica y ópera, s ele pregunta su opinión sobre la desintegración de la Sinfónica de Oaxaca.
“El resultado que se logró en año y medio es excepcional. Puedo asegurar que nos daba alegría. Yo no faltaba a ninguno de los conciertos. Veía unas ganas de hacer música que no había visto antes. Ellos le ponían espíritu a sus ejecuciones, algo que no tiene qué ver con los presupuestos”.
Agrega con la vista iluminada y notoriamente emocionado: “Yo antes iba a conciertos a la ciudad de México, pero desde que la Sinfónica de Oaxaca elevó su nivel de esa manera me atrapó, nos brindaban una experiencia que iba más allá de ser un conjunto administrativo. ¡Era excitante!”.