Fotografía: PROCESO
Las posiciones se han movido rápidamente en el tablero de juego. Cada una de las partes ha cobrado conciencia de su poder real y simbólico. La CNTE ha sido eficaz en la movilización y en la percepción generalizada que, si se lo propone, puede paralizar al estado. La Segob ha retomado la vía del diálogo y ha apaciguado los instintos beligerantes sobre el uso de la fuerza pública. El ultimátum sirvió, acaso, para enviar una advertencia.
Se han abierto fases de diálogo en lugar de frentes de guerra. La CNTE ha entregado un pliego de demandas que, básicamente, son las que ya se conocen, comenzando con la abrogación de la reforma educativa. La Segob ha hecho lo propio, entregó un documento a la contraparte que puede dar un giro al proceso: deja entreabierta la puerta para la revisión de la reforma educativa “definitiva”.
De pronto la Segob está contra las cuerdas y parece estar a merced de su adversario. La CNTE, de repente, luce cansada y desgastada por tantos días de movilizaciones. No obstante, luego de la violencia y la confrontación, finalmente se han abierto las compuertas del diálogo. Todo fluye. Queda claro que tiene que haber una ruta de atención a las víctimas de Nochixtlán y una investigación eficaz sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos el 19 de junio.
Ahora intervienen en el terreno de juego otros actores: la ONU, la CIDH, las comisiones de derechos humanos, las autoridades municipales, empresarios y los organismos civiles. La organización Serapaz, dirigida por Miguel Álvarez, construye un espacio de mediación que va ganando terreno. Vamos del delirio al sosiego, de la confrontación al ejercicio de la política.
Sin embargo, ya se avizora un episodio más en esta contienda política: la celebración de la Guelaguetza. Estamos a un par de semanas de las fiestas oaxaqueñas del lunes del cerro. Esta celebración se realizará en un escenario de protesta: la fiesta y la revuelta.
Octavio Paz reflexiona: “La fiesta es una Revuelta, en el sentido literal de la palabra. En la confusión que engendra, la sociedad se disuelve, se ahoga, en tanto que organismo regido conforme a ciertas reglas y principios. La fiesta es una operación cósmica: la experiencia del desorden, la reunión de los elementos y principios contrarios para provocar el renacimiento de la vida.”
Estamos a unos días de esta celebración. Quizá sea un in pace en el conflicto. Como el medio tiempo en un partido de futbol.