ALEJANDRO S. CRUZ PIMENTEL / Fiscal Ciudadano
El 18 de enero, conforme a la BASE TERCERA de la convocatoria a las ciudadanas y los ciudadanos interesadas e interesados en postularse como candidatas o candidatos independientes a gobernadora o gobernador, diputada o diputado por el principio de mayoría relativa, o concejales a los ayuntamientos por el régimen de partidos políticos, en el proceso electoral ordinario 2015-2016 en el estado de Oaxaca, el ciudadano Juan Manuel García López presentó su manifestación de intención para postularse como candidato independiente a gobernador.
Este hecho, sin duda, es un parteaguas para nuestro estado, un estado que ya probó las hieles de la hegemonía y las coaliciones; un estado donde más del 56% de sus ciudadanos rechaza a los partidos políticos; un estado que tiene en situación de pobreza al 67% de su población de acuerdo al informe 2014 del CONEVAL; un estado donde en el proceso electoral 2013 el abstencionismo fue del más del 49%.
Oaxaca es un estado donde el crecimiento económico fue del 0.8% en el segundo trimestre de 2015; donde el 62.9% de la población no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral. Un estado donde en el tercer trimestre de 2015 alcanzó el 72.4% de trabajadores informales, y donde los organismos constitucionalmente autónomos fueron asaltados por los partidos políticos. Y así podría seguir con la letanía de agravios de los últimos 18 años de Oaxaca.
Ya somos miles de oaxaqueños que en las últimas elecciones no hemos ido a emitir nuestro sufragio. Y con toda razón. La falta de confianza que nos merecen los candidatos, los partidos y la clase política en general, nos ha orillado a esa decisión. Sin embargo, el Oaxaca que queremos está a la vuelta de la esquina, la propuesta ciudadana estará en unos días en la oferta electoral.
Mientras al interior de los partidos políticos, las distintas corrientes “ideológicas” están en la rebatinga por colocar a sus candidatos, los ciudadanos ya tenemos un proyecto independiente para candidato a gobernador.
Es momento de romper con los paradigmas, es momento de devolverle a la gente la confianza, es momento de que los ciudadanos participemos, es momento de recuperar la verdadera representación ciudadana, es momento de quitarle a los partidos políticos la exclusividad para ocupar puestos de elección popular, es momento de transformar a Oaxaca.
Vamos esperar los tiempos para iniciar las campañas, mismas que serán cara a cara y de frente a los ciudadanos. Lo que no haremos es lucrar con la necesidad de la gente, no regalaremos playeras, despensas o leche; no regalaremos periódicos, no llevaremos a los cruceros a los jóvenes para cargar propaganda. Lo que sí llevaremos es una apertura total paras escuchar las demandas ciudadanas, demandas que formaran la agenda de gobierno que permita disminuir la desigualdad y la pobreza.
Hoy los partidos políticos perdieron su oportunidad, no quisieron mejorar el ejercicio del poder, no entendieron qué es el bien común, no entendieron la forma de gobierno de nuestra pública, no entendieron la división de poderes. Se perdieron en los intereses de grupo y particulares.
Muchos personajes de la clase política se convirtieron en constructores, otros en prestanombres y otros más utilizaron las instituciones públicas, que son de todos los oaxaqueños, para saquear recursos que nos pertenecen, para su promoción personal.
Otros se han anquilosado en el presupuesto, brincan de puesto en puesto sin rendir cuentas. Me refiero a Senadores de la república, diputados federales y locales, dirigentes de partidos. Todos nos han quedado a deber.
Gracias ellos y ellas, las instituciones públicas están en decadencia y la corrupción en ascendencia. La percepción ciudadana de desencanto y hartazgo contra la clase gobernante emanada de los distintos partidos políticos también es ascendente.
Gracias a ellos y ellas, persiste la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades. En Oaxaca ya nos curamos de “la izquierda” y la “derecha”, ya nos curamos de los representantes de la soberanía nacional, ya nos curamos de la partidocracia.
Aprovechemos este hecho histórico para salvar a la democracia oaxaqueña, para salvar a miles de oaxaqueños y oaxaqueñas de la pobreza, para disminuir la desigualdad entre paisanos, para brindar mejores oportunidades de trabajo y empleo.
¡Ya no hay marcha atrás! ¡Basta de falsas ilusiones! ¡Basta de promesas! ¡Recuperemos el poder ciudadano! ¡Transformemos Oaxaca!
Es cuanto, ciudadanos y ciudadanas.