Se anuncia la muerte del escritor peruano Mario Vargas Llosa. ¿Qué se podría sumar al gran río de letras que desató este hecho?
Intentaré decir algunas letras desde la posición de lector -el habitante de una época.
_ Cuatro -dijo el Jaguar. (La ciudad y los perros). Mario sostenía que el trabajo de un novelista era enfrentarse al reto de cambiar la memoria del lector, intervenirla hasta incluir escenas, palabras nuevas -nunca conocidas hasta el momento de la lectura. ¿Cómo se logra eso? ¿Cómo se consigue dar palabras al hecho, a la situación no nombrada por la humanidad? ¿Desde qué sitio se escribe? Desde la mirada, desde el asombro. ¿Qué nos proporciona el asombro en tiempos donde lo inefable está más que superado? Esto se podría explicar desde la posición que llamaré “geográfica”. En el espíritu humano existe una lucha entre lo demoniaco y lo civilizado, la razón y la civilización luchan contra la naturaleza humana. ¿Quién es el que escribe? A la manera de Cesare Pavese diré: El encargado de guardar la tradición literaria es el expulsado de la ciudad, el provinciano, el desterrado que sueña en el nuevo sitio en el que habita los recuerdos de su vida pasada, su infancia. Y en este punto es donde entra Mario, “desde la mirada”: se escribe contra algo, contra alguien, inconforme, encendido en ira (Genette): las palabras “tienen destinatario” (Piglia): Vargas Llosa escribió desde la posición de los expulsados de las capitales culturales del mundo, el sitio negado: América Latina. Hasta mediados los 50 del siglo pasado no se logró significar las letras de América Latina hasta que llegó el grupo de locos conocidos como el “Boom”. Despierta, Panta -dice Pochita-.Ya son las ocho. Panta, Pantita. ¿Las ocho ya? Caramba, qué sueño tengo -bosteza Pantita-. ¿Me conseguiste mi galón? _ Sí, mi teniente, sí -se cuadra Pochita-, uy, perdón, mi capitán. Hasta que me acostumbre vas a seguir de tenientito, amor. Pantaleón y las visitadoras)
¿Cómo olvidar el trabajo literario de Mario si logró que en nuestra memoria existieran ya para siempre palabras nuevas?
A la manera de Tolstoi, Mario dio palabras para describir su entorno -el entorno de los marginados, los olvidados, los rabiosos inconformes.
Desde ese sitio compartido se escriben las palabras que se fijan en la memoria.