“No sé, como Walcott”. O más bien
mi poética es di algo visceral de una buena vez,
como en la ópera, sin esperar que ocurra una muerte
especialmente interesante al final: es mi poética.
MARIO MONTALBERTTI| Como Walcott
Para Julio Trujillo (1969-2025)
Ya no está el aire donde lo dejaste, se ha marchado. Me cuesta tanto abrir mis fosas nasales, jalar aire. Puedo levantarme de la cama a la madrugada y escribir: “ya no está el aire donde lo dejaste”. El escorpión que mira mi muerte me espera, lo dejo plantado cuando me siento a escribir. Por la hoja en blanco corren pueblos, ciudades, albercas. Por un instante abandono mi cuerpo cuando encuentro que el aire no está en el aire sino la memoria, Mientras escribo respiro, esta operación mecánica la realizo frente a las letras en tu ausencia.
Lleno mis pulmones, bostezo de cansancio. Temo dormir, perdería esta escritura. Me ahogo, no encuentro el aire, las letras en el sueño. Tengo obstruidas las fosas nasales, ¿cómo podría dormir? Decimos nada, sobre todo. Los sueños corren de sur a norte. Pero sigo sin encontrar hojas de la escritura en los sueños. Desvelo en busca de aire. Tengo claro que solo frente a las letras encuentro la respiración, como si los dedos tras las letras levantaran al golpear las letras el ritmo de mi pecho y concretaran la operación mecánica que me entrega la respiración.
Escribo con un gorro de invierno. La luna vacía, sol de invierno. Se me dificulta tanto respirar, cuando me falta el aire se presentan las imágenes de los muertos en pandemia. Tanta y tanta gente muerta tras la mascarilla de respiración. No es fácil esto de respirar, encuentro que aprender a respirar es como el dominio de las letras. No es fácil. Intento hacerlo hasta darme cuenta que, mientras desespero con mi respiración, obtengo una estrategia para lograr la otra orilla del respiro.
Arremeto contra las letras. Busco el aire. Esto será hundirse en las profundidades de la noche hasta perder las fuerzas. Escribo y respiro. En el aire vuelan poemas, corceles, vacas pintas que pude ver en mi infancia. Estornudo. Busco conexión para obtener el otro lado del aire. ¿Cómo alcanzarlo? Me entusiasma la dificultad con mi respiración, gracias a ella esta madrugada tengo un poema. ¿Quién lo diría? Mientras sentía morir por falta de aire pude darme cuenta que no tenía un poema sobre ahogados.