GAYNE RODRÍGUEZ*
¿Te has detenido a pensar lo que es un trío? Me refiero a un trío de personas que comparten todo: la cama, el amor, el deseo, el desamor y lo que implica esto. Es posible que lo primero que te venga a la mente sea la diversión o personas con costumbres exóticas. Pues en Castillos de cartón Almudena Grandes nos enfrenta con una realidad muy diferente a lo que imaginamos. Nos acerca a una sociedad madrileña de los ochenta en la que tres jóvenes se involucran sentimentalmente; tienen capacidades e intereses distintos en el campo creativo, asisten a la misma escuela de arte donde no son capaces de convivir con sus compañeros por no afectar su relación. La sociedad los juzga aunque a ellos esto no les importe. Comparten un piso en Madrid, trabajan en sus proyectos, viven y se enamoran en ese triángulo que algunas veces contiene aristas dolorosas.
¿Pero quién dijo que los humanos somos capaces de compartir por tiempo indefinido a una pareja, sea cual sea el género? La protagonista femenina se siente extraña al principio, se pregunta si lo que está haciendo es correcto. Se deja llevar por las sustancias que consumen los tres, y que la hacen comportarse de esa manera. Por su parte los dos hombres se sienten más a gusto con la situación, aunque no por mucho tiempo. Sin embargo, cuando todo comienza a cambiar de forma paulatina, ella reflexiona y se pregunta si vivir con “un hombre a cada lado: dos bocas, dos cuerpos, dos sexos para una sola boca y un solo cuerpo”; el de ella, les hizo llegar a lo irremediable; un final que la hace descubrir el espejismo de felicidad compartida donde el tiempo y la condición humana son así, implacables.
Almudena “La Grande”, nos lleva de la mano con su manera de narrar pasajes con párrafos que te quitan el aliento y te dejan con la sensación de querer volver a leer su prosa. Te invita a pensar en la sucesión de palabras que utiliza y a creer que escribir es cosa fácil. Que ella inventó la narración impecable, que no hay más formas de escribir que ésta. No recuerdo haber disfrutado tanto una novela como Castillos de cartón y quisiera dejar pasar un largo tiempo antes de abrir otro libro que pudiera contaminar el gusto que me dejó Grandes…
Pero como alguien me dijo un día: “Siempre se quiere más.”
Grandes, Almudena. Castillos de cartón. Tusquets Editores, S.A. Césare Cantú, 8 08023 Barcelona. 2004.
Reseña realizada para Todos los Fuegos en: Sucedió en Oaxaca por Gayne Rodríguez Guzmán, autora de La esclava de la seda e integrante del Colectivo Cuenteros.