CARTA ABIERTA
MTRO. ALEJANDRO DE ÁVILA
PRESENTE
Alejandro, recurro a este medio después de valorar distintas opciones y considerar que la mejor respuesta a los infundios que sobre mi persona y mi trabajo he recibido de ti, es esta, la aclaración directa y por escrito, sin ambages. La más reciente de dichas calumnias es tu señalamiento público de que el diseño de paisaje del Jardín Etnobotánico de Santo Domingo El Grande, en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, no es de mi autoría, y que indebidamente me lo estoy adjudicando pues tú lo trabajaste, por tanto eres su fundador. Al respecto, te recuerdo que cuando llegaste a esta ciudad a trabajar, el Etnobotánico ya llevaba un proceso de dos años, siendo su primer biólogo a cargo Ojeda, que entonces laboraba también en el Instituto Tecnológico de Oaxaca, y el segundo fue Luis Servin, quien ya había esbozado una perspectiva etnobotánica para este. Es cierto que en ese tiempo tú ya ostentabas una formación como neurolingüista egresado de una prestigiosa universidad extranjera, pero ello no justifica que desconozcas o minimices la valía y los aportes de estos especialistas oaxaqueños hacia el Jardín.
En cuanto a mi contribución al proyecto, te aclaro que al dudar de la misma también desdeñas la propia iniciativa del maestro Francisco Toledo, pues tuviste oportunidad de enterarte, aunque no quieras aceptarlo, que fue él quien me invitó a participar en el diseño del espacio en cuestión y quien de propia mano otorgó el visto bueno a mi propuesta, “Pasa en limpio tus apuntes y empieza”, me dijo, para después firmar autorizando el plano que le presenté. No olvides que junto con el doctor Alfredo Saynez empezamos a trazar con una cuerda a partir de la copia de ese plano el espacio que hoy constituye uno de los puntos culturales emblemáticos de la capital del estado. Desde entonces cada árbol plantado tuvo mi atención. Nadie te quita ni te regatea tus méritos en este logro, pero repito, no estuviste cuando todo comenzó, te sumaste más tarde. Al lado del maestro que tanta pasión y esfuerzo depositó en el Jardín, otras personas y yo ya habíamos recorrido con PRO OAX un buen tramo de la travesía que evitó, por ejemplo, que el ex cuartel de caballería que era parte del Museo de las Culturas y el espacio baldío se convirtieran en hotel y estacionamiento. Todavía más, aunque no quieras reconocerlo, soy responsable de la instalación de las esculturas dentro del recinto; aun contra la resistencia de su autor, quien se negaba, logré que la pieza “Sangre de Mitla”, que destaca en el complejo de Santo Domingo, se apostara en el sitio que ocupa.
Por lo hasta aquí expresado, considero que estás moralmente obligado a corregir tus guiones explicativos del Jardín Etnobotánico, y de paso de su invernadero anexo, de cuyo plano también soy autor, te guste o no. Yo no plagio, Alejandro, me avala mi trayectoria de artista plástico de más de cinco décadas y la autoría de otros proyectos en Oaxaca y fuera de la entidad. Tú, igual que el arquitecto Francisco González Pulido, quien estuvo una temporada en esta ciudad, me acusan de haberme apropiado del plano de dicho invernadero, pero no es mi estilo, y me reservo en este punto mi derecho a actuar conforme a la ley en la defensa de esta creación intelectual que me corresponde, igual que para salvaguardar a mi persona del daño moral del que soy objeto con tales acusaciones. Son otros los plagiarios, aquellos que con tu complicidad, por ejemplo, le hicieron firmar tramposamente una carta al maestro Toledo de apoyo para el registro a nombre de una persona la edificación ya mencionada, cuando esta obra fue hecha mediante el tequio o trabajo no remunerado de muchos de nosotros; si de aclarar se trata, los únicos que percibieron remuneración por su tiempo fueron el susodicho González Pulido y tú. Ahora resulta que una obra que fue resultado del trabajo colectivo en favor de la comunidad, y por lo tanto propiedad de la misma, tiene un dueño por haberse registrado en Estados Unidos, eso sí es plagio con todas sus letras y un robo al pueblo de Oaxaca; en estricto sentido, un delito, pues se apropiaron de lo ajeno, no por nada el maestro Toledo, al darse cuenta de tu trapacería, te exigió que le regresaras la carta que le hiciste firmar de apoyo a González Pulido.
Para finalizar, te pido y demando, De Ávila, que te disculpes conmigo por tus dichos lesivos y me evites proceder jurídicamente; que tengas decencia y repares tu compromiso con el Jardín Etnobotánico y las personas que verdaderamente trabajamos para que fuera lo que es hoy. Deja tu orgullo y tu egocentrismo exacerbado y reconoce lo que ha sido PRO OAX y hónralo con la verdad. Reitero, por si lo has olvidado ya, soy el autor del diseño paisajístico del Jardín Etnobotánico de Santo Domingo y del diseño del “Pabellón de Orquídeas”, como malamente lo registró tu cómplice en el extranjero. Nos debes una disculpa a los oaxaqueños que te dieron la oportunidad de obtener lo que ahora tienes, no nos agravies más.
Estás a tiempo de defender el Jardín, que no es un salón de fiestas porque fue pensado como un museo vivo, una institución científica, educativa y cultural; tú mejor que nadie debería saberlo, no trates de modificar su traza, pelea por su mantenimiento porque actualmente da tristeza como se ve.
Espero la decisión que tomarás, será un gusto demostrar mis palabras con documentos; y como siempre marco copia a los medios y a Derechos Humanos.
Luis Zárate,
Pintor oaxaqueño, noviembre de 2022