Oaxaca resulta la ciudad de los bloqueos; la gente parece sobrevivir lo adverso cotidiano -retrasos, cancelaciones-, pero habita junto a revelaciones extraordinarias; en tiempos de emergencia vial, cualquier cosa puede ocurrir, incluso la escritura de haikús.
Martes 13, bloqueos. El mal fario marcó las horas desde la tarde del lunes; viaje de CU a la Central, la peripecia (inseguridad y protestas), el camión transitó -para evitar los bloqueos- por zonas desconocidas de la ciudad; el miércoles, fue un día más de adversidades.
Cuánta verdad hay en estas palabras: Mala semana se anuncia para el que ahorcan en lunes. Un agregado a la zozobra, ese día miércoles dio inicio el diplomado, El análisis de la imagen plástica en la literatura.
La primera sesión traía por tema: José Juan Tablada y Francisco Toledo, ¿Una estética de la fealdad?, presentó el Dr. Efrén Ortiz Domínguez y Tres variaciones del escudo de Aquiles, en la literatura clásica y medieval, dictado por el Dr. Gerardo Altamirano Meza. Buen cartel, mejor asistencia.
En Oaxaca, los nombres conducen a la palabra bloqueo, así aludan a miembros de la distinguida academia nacional, catedráticos de la UV, del Instituto Lingüístico Literario o la UAM, Unidad Iztapalapa. Digo bloqueo y se me hiela la sangre.
Al iniciar el diplomado Ortiz Domínguez con voz pausada citó a José Juan Tablada: Trozos de barro/por la sombra en penumbra/saltan los sapos. Y desde esas pocas sílabas dio desarrollo a una sabia presentación mientras que el bloqueo seguía ahí, terrorífico como el atravesar la penumbra, acechante.
Ante el instante adverso, la palabra de Ortiz realizó el conjunto. El oído, al recibir un tono lo busca, se echa tras él, lo levanta desde su condición de extravío (bloqueos, delincuencia, gobierno y políticos chafas). Como buen alumno realicé mi ejercicio: Sapo. Junto al estanque/de tanto que se arrastra/carga el pecho blanco. ¿Por qué sentimos que al atravesar la angustia alcanzamos cierto grado de pureza? ¿Emitimos un juicio moral cuando calificamos de feo una acción?
El ponente ofreció su metodología: el análisis de objeto, compararlo con otro, ponderar el modo en que ha sido representado. Así las letras generan letras, imágenes que se dinamizan y brotan como sapos en medio de la lluvia de junio; como los bloqueos, antes del 15 de septiembre:
Me adentré en la letra, la imitación de la forma: Pulsaciones/congelado en el barro/el sapo canta. ¿La literatura de la fealdad no alcanza más allá que la alusión al que escribe? Lomo de signos/en el camino un sapo/busca a su amada.
El bloqueo quedó dentro de un recuerdo remoto; pero existía, estaba ahí. Afuera cundió la ira, los puños cerrados, la burla: El gobernador Murat anunció que con diálogo su gobierno se logró que los manifestantes levantaran los bloqueos; no fue cierto, a los pocos minutos se volvieron a instalar.
Los políticos no tienen remedio, mienten por placer; pero encuentro que la lectura de los clásicos nos conduce a otro tiempo. Al momento primigenio donde las cosas fueron creadas. Al diplomado llegó la madre de Aquiles, una diosa, la guerra de Troya; un herrero, un dios; y una petición: la creación de un escudo que librara al héroe de todo mal.
Y así llegamos al presente, a través de las letras clásicas. Aquiles caerá vencido, no habrá escudo que lo libre de los bloqueos, las manifestaciones de protesta contra el mal gobierno; así septiembre, entre análisis de la imagen, haikús y protestas sociales, los bloqueos.