ZIMATLÁN DE ÁLVAREZ, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- La plástica oaxaqueña está más allá de galerías y museos, y de la punta del iceberg que muestra la obra de Tamayo y Toledo, y la cauda de artistas que surgieron al paso de ambos portentosos creadores.
La plástica oaxaqueña también se encuentra en sus pueblos “pintorescos”, y emerge del pincel de hombres sin presunciones, como el profesor Ricardo Cuevas Méndez, quien nunca asistió a una clase de pintura, ni su obra colgó en algún museo o galería, pero que revela su don innato para el dibujo y su esmero para dominar el óleo. Un personaje destacado como educador, pero poco conocido por su talento artístico fuera del ámbito familiar.
Surgido del magisterio, del que, como de ningún otro campo profesional han destacado escritores, músicos y pintores en Oaxaca, Ricardo Cuevas Méndez, originario de Zimatlán de Álvarez, se hizo pintor de forma autodidacta desde sus años de estudiante en la Escuela Normal Experimental Agrícola de San Antonio de la Cal.
El sábado 18 de enero, en Casa Bugambilias, donde habitaba con su familia en su pueblo natal, se montó su primera exposición, a manera de homenaje, a diez años de su muerte.
Sus hijas e hijos, a quien dejó practicamnete tda su obra, con el respaldo de autoridades municipales, consigueron algo que para muchos habitantes de Zimatlán era un secreto: la existencia de un pintor que legó más de cien cuadros, la mayoría al óleo, realizados sin otro afán que expresar sus ideas, sus pasiones, la vida cotidiana de su tierra y sus anhelos.
Fue con la inauguración de la exposición “Estancia entre mundos” que dieron inicio las actividades de la fiesta anual de Zimatlán de Álvarez el pasado fin de semana.
El curador de la muestra, Iván Cuevas Perzabal, consideró que fue su esmero el que llevó al profesor Cuevas a desarrollar su técnica y a transmitir con claridad algunos de sus conceptos, avanzados para su época.
Uno de sus cuadros más logrados, dijo, el que da título a la exposición, muestra una mano sosteniendo el cerebro humano del cual emerge la ciencia y la tecnología que proyectan a la humanidad hacia el universo, una obra que data de 1964, con clara influencia en los muralistas Orozco y Siqueiros, realizada ocho años antes del primer viaje del hombre a la luna.
El curador de exposiciones del Centro Cultural San Pablo comentó que cuando la familia Cuevas Aguirre le enseñó las obras del profesor Ricardo, se encontró con un artista muy maduro, con un concepto, con una esmerada forma de trabajar, y con una marcada influencia de grandes pintores que el artista oaxaqueño admiraba. Y también con un artista ajeno al mercado. Sus cuadros eran para el deleite personal y familiar.
Entre las obras de Ricardo Cuevas figuran desde réplicas de pasajes históricos que copiaba de calendarios, y de pintores como Rubens; hasta paisajes de su pueblo y de la costa oaxaqueña, y otras de carácter religioso, o biográfico, como un “árbol de la vida” donde plasma metafóricamente su raíz y su descendencia, así como los sitios que fueron importantes en su vida.
Testigo del acontecimiento, el presidente de Zimatlán, Javier César Barroso Sánchez, reconoció el gran valor cultural que representa para este municipio dar a conocer y reconocer póstumamente el legado del maestro Ricardo Cuevas, por lo que expresó una felicitación a su familia y un compromiso para recuperar el legado de otros artistas que ha dado esta comunidad del valle oaxaqueño.
El profesor Otilio López Huerta, originario de San Andrés Zautla, contemporáneo y compañero del pintor en la Normal Experimental de San Antonio de la Cal, destacó el compromiso de su amigo como maestro rural, quien trabajaba de 8:00 de la mañana a 10:00 de la noche.
En la mañana daba clases a niñas y niños; en la tarde impartía actividades manuales, en la noche enseñaba a personas adultas que no sabían leer, y los sábados organizaba actividades sociales, deportivas y culturales. “Nunca promovió marchas ni bloqueos para exigir que le mejoraran su raquítico salario que apenas le alcazaba para sobervir con la familia”, comentó.
Fue Ricardo Cuevas Aguirre, uno de los hijos mayores, quién detalló la biografía de su padre: Nació el 25 de marzo de 1922, hijo de padre campesino y madre panadera. Inició sus estudios en la Normal Experimental de San Antonio de la Cal en 1938; se tituló a los 20 años de edad y rindió servicio educativo durante 32 años como profesor en educación primaria, secundaria y superior.
Además, ocupó puestos administrativos como Director Federal de Educación en Quintana Roo, Coahuila, Sonora y Zacatecas, y se jubiló siendo miembro del Consejo Nacional Técnico de la Educación. Eran los tiempos en que los Secretarios de Educación eran poetas como Jaime Torres Bodet
Con Delia Aguirre Baños, su esposa, originaria de Jamiltepec, formó una familia de la cual sobreviven a la fecha nueve hijas e hijos, una de ellas, Irma Cuevas Aguirre, heredera del talento artístico de su padre, también es pintora.
En la última fase de su vida, Ricardo Cuevas entró en contacto con el pintor Noel Gómez Lorenzo, con quien trabajo sus últimos cuadros. También tuvo la oportunidad de viajar a Italia donde visitó museos con la obra de los grandes pintores que admiraba desde joven. El profesor Cuevas Méndez falleció el 16 de octubre de 2010, a los 88 años de edad.
Pero más allá de su obra pictórica, “el mayor legado de nuestro padre fue haber logrado algo muy importante para nosotros, la unión de todos los hermanos y nuestros descendientes”, recalcó Ricardo Cuevas Aguirre.
La familia Cuevas Aguirre departió tejate, champurrado y tamales tras el acto inaugural de “Estancia entre mundos”, que congregó a la mayoría de sus integrantes, y a la comunidad zimateca.