OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- Acompañado de miembros del Cabildo, expresidentes municipales, servidores públicos, familiares y amigos, el presidente municipal Oswaldo García Jarquín presidió el homenaje y guardia de honor en memoria de la primera mujer que gobernó la ciudad capital, en 2004, la ex presidenta municipal Alicia Beatriz Pesqueira Olea.
“Nuestra querida Alicia demostró con su propia vida el gran valor que las mujeres aportan al servicio público, su legado de trabajo, justicia y objetividad prevalecerán en el ejemplo que nos dejó, al nunca anteponer sus deseos por encima de la razón y el amor a sus raíces”, dijo García Jarquín al referirse a la también madre del regidor de Protección Civil y Zona Metropolitana, Manuel Esteban de Esesarte Pesqueira.
El munícipe citadino agregó que en Oaxaca de Juárez ha quedado grabado su paso, pues al ser la primera Presidenta Municipal interina, en el 2004, sentó un precedente de compromiso y entrega “para quienes como ella hemos decidido servir a la sociedad”, puntualizó.
Al enviar un fraternal abrazo a la familia de la maestra Alicia Beatriz Pesqueira Olea, mencionó que quienes la conocieron “sabremos siempre seguir tu guía para continuar abrazando los principios más queridos en favor de las mujeres, el arte, la cultura y el servicio a los ciudadanos al que entregaste tu incansable labor”.
En el Salón Porfirio Díaz Mori, la Regidora de Salud, Sanidad y Asistencia Social, María de los Ángeles Gómez Sandoval Hernández, leyó una semblanza acerca de la vida y obra de quien fuera madre de seis hijos y un museo y la primera mujer Presidenta Municipal interina.
“Alicia es parte de la vida de esta ciudad capital, quien fue su alumno recibió de ella una lección frente a una vitrina de la sala rosa o azul que pintó Tamayo; su legado permanece y debe seguir irradiando a las generaciones venideras”, dijo la concejal capitalina.
Por último, las y los asistentes guardaron un minuto de silencio para honrar la memoria de la insigne ciudadana para posteriormente despedir entre aplausos a una mujer que amó incansablemente a la ciudad de Oaxaca de Juárez.