OAXACA, Oax. (sucedióenoaxacacom).- Licenciada en Ciencia Política, Isabel Zapata empezó a interesarse en los derechos de los animales cuando cursaba la maestría en Filosofía en Nueva York, y fue a partir de entonces que especies marinas, terrestres y aéreas se han convertido en el leitmotiv de sus escritos: ensayos y poesía
“Yo quería transmitir esta inquietud, pero de pronto me quedó corto el lenguaje académico, sobre todo para comunicarlo a gente que no tiene un interés por estos temas, y fue como decidí empezar a escribir desde la poesía. Así nació el libro Una ballena es un país“, explicó la escritora en su reciente visita a la capital oaxaqueña para presentar el mencionado título, publicado por Editorial Almadía.
La también autora del libro de ensayos Alberca vacía, incluye un texto sobre los perros, comentó que su interés por escribir sobre los animales le ha llevado a leer muchos libros de divulgación científica para poder sustentar con datos reales sus textos.
Con el poemario Una ballena es un país, más que intentar dar lecciones de protección y cuidado a los animales, lo que busca es detonar la reflexión en quienes lo lean sobre la industria de la carne, de las pieles, y preguntarse por qué el ser humano actúa ante otros seres vivos como si fuera el centro de la creación.
“Montaigne se pregunta en uno de sus ensayos cómo puede ser que los seres humanos que somos tan fallidos, defectuosos, tan llenos de debilidades, pues no somos ni tan rápidos ni tan fuertes como otros animales, nos creamos el centro de la creación. Qué ridículos somos. Desde Aristóteles que puso al hombre en la cima de la pirámide de los seres vivos, nada es mas importante que satisfacer nuestras necesidades sin importar llevarnos entre las patas a otros seres vivos. Porque esto es lo que estamos haciendo”, sostuvo la escritora.
“Cuestionar esa visión si me interesaba mucho; poner sobre la mesa por qué actuamos como actuamos en la industria cárnica, de las pieles, sin pensar en el sufrimiento de los animales. Y no digo todos seamos vegetariano, pero al menos cuestionémonos qué hay detrás de un producto que no apareció mágicamente; hay una vida, y lo mínimo que debemos hacer es enterarnos”, expuso.
¿En qué piensa el carnicero que destaza al cerdo?
Del cerdo se aprovecha todo.
Y con la visión del animal servido en un trompo adobado
hace un corte seco en la cabeza para separarla del tronco.
-¿Te consideras activista?
-Si y no. Estuve muy clavada cuando estudiaba la maestría porque en Estados Unidos hay mucho activismo, pero luego me despegué un poco. No estoy involucrada con ninguna organización, me gustaría, pero no lo he hecho. Tampoco voy por el mundo diciéndole a la gente que no coma carne, pero sí hago activismo a través de la poesía.
-¿Eres vegetariana?
–Soy vegetariana desde hace cinco años. Crecí comiendo carne normal hasta que en la maestría se me removieron muchas cosas.
-¿Qué opinas de desastre ambiental que estamos viviendo?
–Que ya no tenemos mucho colchón. Tal vez a generaciones mayores que yo creían que podían hacer lo que quisieran y no habría consecuencias ambientales. Ya no podemos ignorar los problemas y hay cosas que podemos hacer. Pero no me interesa dar lecciones, solo pido que nos pongamos a pensar juntos qué vamos a hacer.