OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- En 2008 Noel Vargas Hernández, un desconocido y joven artista indígena –sólo había recibido un curso de grabado en el CaSa-, sin embargo, participó en la convocatoria de la bienal Takeda y su pieza resultó triunfadora. Con el monto del premio, 50 mil pesos, decidió migrar a los Estados Unidos, pasó la frontera, atravesó el desierto como una “travesura” hecha para sumar desesperación a la desesperación por nombrar las cosas.
Había escuchado hablar de Alejandro Santiago, de la exposición de los 2501 Migrantes.
___ Sentí que tenía la misma obligación de contar la historia de migración desde otro punto de vista, la experiencia propia.
La historia de Noel Vargas Hernández, artista plástico originario de Abejones, Ixtlán de Juárez, hablante de su lengua madre, el zapoteco; trilingüe, puede calificarse de singular.
Hijo de una familia campesina que elaboraba sus propios utensilios que utilizaban en la vida diaria, desde sus primeros años observó a su padre trabajar el barro, la talla en madera, el tejido del ixtle.
Abandonó los estudios universitarios de Diseño Gráfico –su madre enfermó y los recursos que tenía destinados para sus estudios los aplicó en hospitales-, su vida era de trabajo y más trabajo, desde la infancia; sin estudios profesionales pensó en dedicarse a las artes plásticas, acudió al CaSa y ahí le ofrecieron ingresar al taller de grabado.
Cruzó el desierto, trabajó de jornalero agrícola y de artista, obtuvo su “punto de vista” sobre la migración.
En los Estados Unidos llegó a la población de Mankato, Minnesota, allá realizó un mural para un ranchero que había conocido en Oaxaca, estuvo en Chicago, habitó en Los Ángeles, luego de siete años de estancia en el extranjero volvió a Oaxaca.
___ ¿A tu regreso cómo encontraste a Oaxaca?
___Con los mismos problemas, bloqueos viales, maestros sin dar clases, la vida cara, las carreteras y caminos dañados.
La historia de Noel tiene tres puntos sobresalientes: la solidaridad con su madre, permanecer receptivo al espacio sensible, el tratar de obtener su “propia versión” de aquello que lo impacta.
En la galería Larimar (Juárez 500, centro), Noel Vargas Hernández expone Naa, 21 piezas en grabado (en zapoteco del Istmo naa significa yo; en zapoteco de la sierra significa mano).
___ Migrar fue una travesura, me siento feliz con lo que he vivido, produzco mis piezas cuando estoy contento.