OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- “La contaminación de los ríos Salado y Atoyac es consecuencia de la omisión del Estado. Urge que en la Ley Estatal de Agua se establezca un Pacto Intergeneracional para que esta generación, la nuestra, se comprometa a respetar la naturaleza en favor de las personas de las generaciones venideras”, apuntó la maestra Mariana Yáñez Unda en su participación en el Foro Estatal del Agua como representante de Litigio Estratégico Indígena Asociación Civil.
Durante el encuentro convocado por la 64 Legislatura local, el pasado 22 de marzo, la abogada reprochó la inacción de las autoridades frente a la contaminación de los ríos Salado y Atoyac: “Las autoridades estatales y federales solamente hacen acciones de papel: eventualmente se reúnen con presidentes municipales y asociaciones civiles a firmar acuerdos, cartas y proclamas. Pero no pasa nada. Mientras tanto los ríos agonizan.”
Contó que la ruta jurídica que han seguido en Litigio Estratégico Indígena A.C. en el juicio de amparo promovido para salvar a los ríos Salados y Atoyac ha estado llena de obstáculos en las que incluso ha tenido que intervenir la Suprema Corte de Justicia.
Y, explicó, la jueza primero de Distrito en el Estado de Oaxaca concedió en marzo de 2018 el amparo para rescatar los ríos Salado y Atoyac, ante lo cual, cuatro autoridades responsables interpusieron recursos de revisión. Ahora, añadió, será el Tribunal Colegiado Auxiliar de Acapulco, Guerrero, quien resuelva los recursos de revisión interpuestos por las autoridades responsables.
Durante su participación en el foro, Mariana Yáñez, vicepresidenta de Litigio Estratégico, mencionó que es necesario que en la nueva ley de aguas se incluya el procedimiento de consulta previa, libre e informada para los pueblos indígenas, que se haga un control de convencionalidad ex ante de la ley, y que se otorguen beneficios económicos a los pueblos que cuiden sus ríos.
En la sala principal del Centro de Convenciones de Oaxaca, la abogada especialista en amparo expuso que es necesario que en la ley se establezca un pacto intergeneracional, entre la generación que hoy toma las decisiones del país y la generación de los jóvenes que son quienes vivirán los principales efectos de la contaminación de los ríos.
El pacto, subrayó, deberá ser una construcción colectiva, llena de creatividad, desde cátedras para la protección del medio ambiente, hasta propuestas tecnológicas como, por ejemplo, crear aplicaciones para celular que permitan conocer en tiempo real cómo se contaminan los ríos Salados y Atoyac, además de modelos de desarrollo sustentable y, si hay otros temas claves, apuntó, serán muy bienvenidos.