La negociación de la nueva Minuta sobre la Guardia Nacional en el Senado se salió de carril por el cruce fallido de negociaciones: la secretaria de Gobernación apretó por el lado de gobernadores para que ordenaran a sus legisladores el aval al documento y el senador Monreal se encargó de sus colegas.
Pero el resultado fue negativo: los gobernadores del PAN plantaron a la secretaria y a los titulares de las fuerzas armadas y la bancada priísta desautorizó el acuerdo de los mandatarios tricolores en Gobernación.
La parte más lamentable fue para la ministra, notaria y secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, porque citó a los secretarios de Defensa Nacional y de Marina, general Luis Cresencio Sandoval González y el almirante José Rafael Ojeda Durán, para dar el charolazo a los gobernadores panistas, pero fue desdeñada y afectó la figura de las fuerzas armadas.
Hasta ahora, la existencia de dos bloques políticos retrasa la aprobación de la Minuta #2: el PAN cerró filas en sus tres niveles –presidente del partido, gobernadores y bancada– y el PRI se dividió porque los gobernadores priístas resultaron más morenistas que Morena y cedieron en todas las exigencias de Gobernación y la bancada en el Senado tuvo que criticarlos por facilones.
La negociación de la segunda minuta amenaza con desbarrancar toda la estrategia de seguridad del gobierno de López Obrador porque depende de tres decisiones: la Guardia Nacional, policías militares y navales como piezas fundamentales del nuevo cuerpo y acreditación legal para que las fuerzas armadas tengan garantías constitucionales para seguir apoyando labores de seguridad pública.
Y si existen indicios de que finalmente sí saldrá la minuta, en Palacio Nacional hay irritación por el costo político y social que tendrá que pactarse con el PAN y con el PRI por una maniobra paradójicamente del diputado morenista Pablo Gómez Álvarez y el líder morenista en la Cámara de Diputados Mario Delgado, quienes quitaron el Cuarto Transitorio de la Minuta enviada al Senado.
Y queda, una vez salvada la valla senatorial, lo que vote la Cámara de Diputados porque Gómez y Delgado estarían obligados a votar otra vez contra la nueva Minuta porque le habrían reinsertado lo que los dos le quitaron.
Más que novatada, la crisis de las Minutas sobre la Guardia Nacional han reflejado más bien la falta de unidad política legislativa de Morena en torno a los objetivos de gobierno del presidente López Obrador. El Cuarto Transitorio ya había sido avalado por la oposición, pero PAN, PRD y PRI aprovecharon el radicalismo de Gómez y Delgado.
El PAN y el PRI están buscando concesiones en algunas de las decisiones radicales del presidente López Obrador, pero falta por ver hasta dónde se tensaría la cuerda antes de romperse. En Palacio Nacional están analizando opciones intermedias que garanticen el funcionamiento de la Guardia sin cederle nada a la oposición legislativa y sí apretándole las condicionalidades a los gobernadores. El presidente de la república tiene a su favor la caja de resonancia de las conferencias mañaneras para exhibir a los legisladores de la oposición.
La que sacó la peor parte fue la ministra Sánchez Cordero porque se fue con la finta de que los gobernadores panistas estarían en Gobernación a desayunar y ahí los estaban esperando los secretarios de Defensa, Marina y Seguridad para ejercer presiones institucionales. Esa falla no sólo fue de manejo político, sino de sensibilidad al invitar a los jefes de las fuerzas armadas a una reunión sin plancharla con acuerdos. Por ese error, Sánchez Cordero dejó de ser interlocutora del PAN en su grupo de gobernadores.
La solución se buscará en el Senado, donde el PRI sí va a votar con ciertas condiciones no radicales, aunque sí muy complicadas de atender: cuatro años de presencia militar en seguridad, pero en escenarios en que la conformación de una Guardia necesitaría cuando menos de siete años. Además, el problema de la temporalidad es imposible de aprobar: ¿qué pasaría con la Guardia si en cuatro años el crimen organizado sigue latente y la Guardia no lograra profesionalizarse al 100%? La sugerencia de que las policías militares y navales se sumaran a la Policía Federal y a la Gendarmería es inoperativa. De ahí quizá la propuesta de dejar la temporalidad en cuatro años, pero con la salida condicionante de que pudieran ser más en función de las circunstancias de inseguridad.
Por lo pronto, como indicio a registrar, el presidente López Obrador comisionó a su consejero jurídico, Julio Scherer Ibarra, a apoyar en la negociación con el PAN y con el PRI para darle rango presidencial a los acuerdos.
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ENCUESTA, La encuesta mensual de Arias Consultores sobre desempeño de gobernadores está mandando algunos guiños al PRI y a Morena: los nuevos gobernadores arrancaron con buena calificación arrastrados por la locomotora AMLO, pero el único gobernador colocado entre los cinco primeros lugares ha sido el sinaloense Quirino Ordaz. El campechano Alejando Alito Moreno que busca la presidencia del PRI quedó en noveno lugar.
Política para dummies: La política es el juego del poder, no de las lealtades.
@carlosramirezh
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