Fotografía: CARMEN LETICIA PACHECO
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Por su edad, 26 años, Francisco Javier Vargas Luna podría ser considerado un millennial, sin embargo, el clarinetista oaxaqueño dista mucho de ser el joven “ligero” al que se refiere el filósofo Gilles Lipovetsky: frívolo, consumista, egoísta y superficial.
Muy activo en las redes sociales, sí, pero más en su vida diaria, el también saxofonista y director musical nacido en Santiago Zoochila, un pueblo de la sierra norte de acaso 400 habitantes, rompe con el molde que se pretende colocar a la generación millennial.
Vargas Luna se inició en la música a los diez años en la banda de música de comunidad. Realizó estudios en el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM), y posteriormente en el Centro de Integración Social Número 8 de San Bartolomé Zoogocho.
Ha tomado clases magistrales con grandes clarinetistas internacionales, así como de dirección, en la especialidad de banda sinfónica, con grandes maestros como Miguel Etchegoncelay y Rafael Pascual Vilaplana.
Ha dirigido a distintas bandas de música en México y el extranjero. El pasado 09 de septiembre dirigió por segunda ocasión a la Banda de Música del Estado de Oaxaca en un concierto especial que conjuntó el talento de otro clarinetista oaxaqueño, Edgar Lany, y que hizo brillar a la centenaria banda del estado con un programa de de obras exclusivas para banda sinfónica.
Al final del concierto anunció el proyecto que lleva a cuestas, y que está decidido a llevar a cabo en el verano de 2019 con el concurso de las instancias de cultura estatal y federal: el Primer Encuentro de Directores de Bandas de Oaxaca, que pretende dotar de clases magistrales a titulares de bandas municipales e independientes de las ocho regiones del estado.
Luego de haber concluido un Diplomado en Estudios Musicales Europeos, becado en Mónaco por la Fundación Turquois, Francisco Javier Vargas Luna acaba de instalarse en Estrasburgo, Francia, para realizar estudios de Dirección de Banda Sinfónica, la actividad que más le apasiona.
Antes de su partida, el millennial zoochileño respondió a las preguntas de Sucedió en Oaxaca y, a manera de homenaje a uno de sus compositores favoritos: Jesús “Chu” Rasgado, fallecido un 28 de septiembre hace 70 años, compartimos la entrevista parafraseando la sentencia bíblica que reza “por sus frutos los conoceréis”, aquí vale decir que a Francisco Javier Vargas Luna por sus respuestas lo conoceréis.
O, también, podría aplicar el dicho “El león no es como lo pintan”.
-¿Calladitas se ven más bonitas?
-No. Me gusta que expongan las cosas como son.
-¿Tejate o chilacayota?
-La chilacayota me encanta. Mi madre hace una chilacayota muy buena y me gusta mucho disfrutarla sobre todo en la época de Semana Santa.
-¿Mezcal o tequila?
-Yo crecí en un pueblo mezcalero. Mezcal.
-¿En dónde te gustaría vacacionar?
-Me gustaría mucho ir a Zipolite o a Mazunte. No los conozco. Me gustan los lugares tranquilos, para escuchar música. Un lugar donde no haya muchos turistas.
-¿Cuándo fue la última vez que te dejó un avión?
-Fue en Cancún hace dos años. Fui a tocar allá. Llegué, pasé el check in. No había dormido la noche anterior. Abracé mi sax. Faltaba una hora para abordar mi avión. Una noche antes había dirigido a la banda de música “Aires serranos” con Susana Harp. Me dormí en el aeropuerto. Cuando desperté ya había despegado el avión.
-¿Cuándo la última vez que fuiste a una farmacia?
-Antier. Como a las tres de la mañana. Jajaja.
– ¿Músico pagado toca mal son?
-No había escuchado esa frase. Pero el son viene de mi pueblo, y el pueblo no necesita pagar. El son viene acompañado del ambiente popular. A aveces uno toca más por gusto que por la paga.
-¿Cómo te llevas con tu teléfono celular?
–No me gusta. Es muy lento. Pero lo uso para lo necesario. Antes era muy apegado a él, pero ahora ya menos.
-¿Has ligado en Facebook?
-Jajaja. Bastante. La verdad.
-¿Cuál sería tu escenario ideal?
-El teatro Macedonio Alcalá. Lleno. Con una banda sinfónica oaxaqueña; tocando música de banda; música de Oaxaca.
-¿Con qué compositor te gustaría tomarte un mezcal?
-Definitivamente con Chu Rasgado. Es una escuela. O con Mahler.
-¿Y con quién te tomarías un café?
-¿Como para platicar? Con Alejandra Frausto.
-¿Cuando fue la última vez que se te espantó el sueño?
-Hoy a las cuatro de la mañana, porque no había puesto bien el presupuesto del proyecto del Primer Encuentro de Directores de Bandas.
-¿Cuándo fue la última vez que te sentiste niño otra vez?
-Siempre me siento niño. Cuando estoy dirigiendo me siento niño. Lo disfruto mucho.
-¿Qué le dirías al hombre más rico del mundo?
-Que Oaxaca es una potencia cultural; que le invierta a la cultura y a la música oaxaqueña.
-¿Das limosna a los pobres?
-Antes de irme a Mónaco siempre lo hacía.
-¿De repente sientes que la Virgen te habla?
-No. Nunca. Tengo los pies en la tierra, pero me gusta mucho soñar. Soy muy impulsivo.
-¿Mujeres juntas solo difuntas?
-Desafortunadamente vivimos en un ambiente muy machista. En todos lados existe pero en México es muy notorio. En cuanto a la música también te puedo decir que hay música machista que incita a la violencia, ciertas letras. Me siento un poco avergonzado. Vengo de un pueblo donde existe la violencia.
-¿Te gusta la pintura?
-Me encanta la pintura.
-¿Picasso o Modigliani?
-A Modigliani no lo conozco, pero fui al Museo de Picasso muy cerca de Mónaco, a una hora y media, y me encantó.
-¿Dios nunca muere o Desde que te conocí?
-Dios nunca muere, sobre todo en la última parte, me hace llorar. Yo toqué Dios nunca muere en Mónaco casi llorando. Yo hice el arreglo.
-¿Qué Oaxaca sueñas?
-Que sea potencia en la música.
-¿Algo que quieras agregar?
-Que me siento muy orgulloso de ser oaxaqueño, siempre lo digo en mis redes sociales. Y sobre todo, muy orgulloso de haber nacido en un pueblo. En el extranjero me siento magnífico y me reconfirmarmo como oaxaqueño.
-Muchas gracias