OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- En plenos festejos por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, cuando las instituciones públicas se visten de colores, sabores, música y sonidos de lenguas que desesperan a más de un servidor público cuando solicitan un trámite o servicio, porque no hablan español, brilla por su ausencia el tema de la justicia indígena, una asignatura pendiente del Estado mexicano.
Así lo hace notar el Juez de Distrito José Luis Evaristo Villegas, quien destaca que aún cuando el artículo segundo de la Constitución obliga al sistema de impartición de justicia a velar por el respeto de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas desde 2001, a la fecha no ha podido establecer mecanismos para garantizar el acceso a la justicia de personas que únicamente hablan su lengua materna; lo que es más, ni siquiera existe un padrón de traductores oficial.
“Si entramos a la página electrónica del Consejo de la Judicatura federal, encontramos intérpretes traductores en lenguas extranjeras pero no tenemos uno solo de lenguas nacionales. Es más rápido encontrar un traductor de chino mandarín, a través de los consulados, que uno de alguna lengua nacional”, lamenta.
Lo anterior, no obstante que conforme con el censo más reciente, 25 millones 695 mil mexicanos hablan alguna lengua indígena, lo que representa el 21.5 por ciento de la población, la mayor parte localizados en el sureste del país, un alto porcentaje oaxaqueños.
Por otra parte, de acuerdo con datos de la organización Asistencia Legal por los Derechos Humanos (AsiLegal), el 97.44 por ciento de las personas indígenas privadas de su libertad en Oaxaca se encuentran en prisión preventiva, en la mayoría de los casos por falta de un traductor o intérprete.
Cepiadet tiene el único padrón de traductores en Oaxaca
Fundado hace doce años, el Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción (Cepiadet) surgió en Oaxaca como respuesta ante la necesidad de los hablantes de lenguas indígenas por ejercer sus derechos lingüísticos, en el ámbito de la justicia, y para coadyuvar en la construcción de instituciones y procedimientos que permitan el pleno ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas.
De naturaleza obligada en un estado donde el 65.7 por ciento de la población se reconoce como indígena, con una diversidad de 16 ramas lingüísticas con más de 170 variantes, Cepiadet es la única organización que se ha dado a la tarea de conformar un padrón de traductores e intérpretes que brindan servicio tanto en el estado como en otras ciudades de la república mexicana y en los Estados Unidos.
El presidente del consejo directivo de Cepiadet, Tomás López Sarabia, detalla que dicho padrón se compone actualmente de 120 intérpretes que abarcan doce lenguas: zapoteco, mixteco, triqui, chinanteco, huave, chatino, amuzgo, mazateco, chocholteco, zoque, cuicateco y mixe; de las cuales cubren 124 de las 176 variantes que se hablan en el territorio oaxaqueño, equivalente al 70.4 por ciento.
A través de su equipo de traductores, Cepiadet ha provisto tanto del Poder Judicial de la Federación como al sistema de impartición de justicia estatal de personal apto para ser puente de comunicación de personas indígenas en investigación o en proceso.
Detalla que en 2015, del 100 por ciento de los casos atendidos, 20 por ciento correspondieron al Poder Judicial de la Federación, y el 80 por ciento al Tribunal de Justicia del Estado.
Sin embargo, reconoce que hacen falta programas para la acreditación y certificación de traductores e intérpretes pues el 74 por ciento de estos suelen ser prácticos.