JOSUÉ SALVADOR VÁSQUEZ ARELLANES
El Plato Fuerte
⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ Deje todo y corra a verla
El septiembre de 2017 quedó marcado por los sismos que cimbraron de manera trágica tanto a Oaxaca como a la Ciudad de México. En mayor o menor medida, a todos nos hizo valorar el vínculo emocional que tenemos con algunos lugares, esos a los que damos vida y en los que pasamos nuestras vidas. Y no sólo eso, muchos, sobre todo los que perdieron a algún ser querido o los que pensaron que lo pudieron haber perdido, valoraron el vínculo de amor, amistad o camaradería que se tiene con los demás.
Historia de Fantasmas (A Ghost Story) nos habla precisamente de eso, de cómo M (Rooney Mara<3) y C (Casey Affleck) dan sentidos a sus vidas y a su amor en su propia casa, en su propio sitio, donde se aman y en donde, pese a que M se quiere mudar, C quiere permanecer ahí porque lo que más le gusta del lugar es que tiene historia, y sobre todo, porque es ahí donde está construyendo su historia de amor.
Sin embargo, tras un hecho trágico que cambia el curso de esta relación, ambos comienzan un duelo silenciosamente doloroso: ella extrañando a su esposo en esa casa donde ambos con-vivían, y él, ahora convertido en un fantasma permaneciendo en el mismo sitio, con la impotencia de no poder decir ni hacer nada, más que sólo poder mover algunos objetos que generan esos ruidos que a veces oímos en medio de la noche. Ella se irá del lugar, pero él, como un ente propio o aferrado a esta casa, se quedará a esperarla convirtiéndose en un viajero en el tiempo.
A partir de entonces todo se vuelve un viaje circular en el tiempo (el eterno retorno), donde futuro, pasado y presente convergen para hacernos pensar en cómo tratamos de construir nuestro legado pieza por pieza, con el único fin de que alguien más nos recuerde aún después de muertos; porque no hay peor muerte que el olvido, y no hay peor olvido que el de nuestros seres queridos.
Con uno de los mejores finales que hay en cine independiente, que da circularidad a la historia misma, Historia de Fantasmas nos hace ver cómo los fantasmas existimos de verdad, a veces alrededor de un lugar, o de una persona, de un (des)amor que no podemos y que no queremos olvidar.
El Postre
⋆ ⋆ ⋆ ⋆ ⋆ Deje todo y corra a verla
Llámame por tu nombre (Call me by your name) es un película con un estilo muy pulcro y limpio, y un ritmo que te atrapa de principio a fin, con actuaciones fascinantes, donde más que el descubrimiento de la preferencia sexual del protagonista, es una historia sobre el descubrimiento del amor, del primer amor, que como suele ser, nunca es para nosotros, pero se queda fijado en el recuerdo.
A manera de chiste la película se podría llamar “Amor de verano, mi primer amor”, que es el título de una canción.
Todo el asunto de la película se resume en un emotivo discurso que da el padre del protagonista, dónde plantea cómo, a pesar de toda la inteligencia que se pueda tener, el amor apela a lo más visceral de nuestro ser, y no hay inteligencia que pueda contra ello. Además del uso de algunas referencias eruditas que ayudan a remarcar el conflicto del personaje: Ante un incontenible amor, “¿es mejor morir que hablar?”.
El único pero a la película es la situación idílica en la que se maneja. Un joven adolescente que pasa su verano transcribiendo música tradicional, leyendo a los clásicos, oyendo cómo su madre le lee en alemán y le traduce en inglés, con servidumbre a la que se le habla en italiano; es algo que no todos consideramos (burguesamente) cotidiano.
Pero todo esto se salva con una simple idea: que todo lo que estamos viendo en Llámame por tu nombre, es el recuerdo de Eliot sobre la primera vez que se enamoró, y que por muy agridulce que sea ese recuerdo, lo guarda con mucho cariño y estima, como la mayoría de nosotros recordamos nuestro primer amor. De ahí este ambiente iluminado, idílico y hermosamente bello de la película que cautiva a todo espectador.
La Sobremesa
Ganadora del Oscar 2018 a Mejor Guion Adaptado, esta encantadora historia nos cuenta el recuerdo idílico del primer amor, y desamor, de un adolescente. Mayra González, de Editorial Alfaguara, sugiere leer la escena del pomelo, asegura, mucho más disfrutable que la de la película. Aquí un potcads que les hará querer leer la novela en la que se basó el guión:
http://www.cinegarage.com/51793-la-novela-llamame-por-tu-nombre/