Fotografía: CARMEN LETICIA PACHECO
SAN PEDRO LA REFORMA, Zaachila (sucedióenoaxaca.com).- La tradición cuenta que en el lenguaje de los sueños San Pedro ordenó a los principales del barrio, “que los hombres no toquen con sus pies la tierra”.
Un presidente de la república, Luis Echeverría Álvarez, un 20 de noviembre en el desfile de la Revolución les puso el mote de “Zancudos”, pero en el barrio de San Pedro de La Reforma se les conoce como los “baches”, forma castellanizada de “borrachito”, en zapoteco del valle.
Para Carlos Diego García Guzmán, secretario de Los Zancudos del Barrio de San Pedro La Reforma, lugar donde se originó la danza de los zancudos, “el bache es una expresión campesina, de gente pobre que celebra su triunfo contra la enfermedad”.
Adelanta una interpretación para los dos bailes que identifican a este municipio: “la Danza de la Pluma la ejecutaron en un principio gente de clase alta, adinerados, se puede observar en su indumentaria; para la gente de las clases populares no existía más que el calzón de manta sin adornos, bailaban ebrios sobre varas de ocote, con el rostro cubierto”.
Bailan sobre zancos que llegan a medir de 1.30 a 1.90 metros, con diámetros de cinco a ocho centímetros, montados en una pequeña plataforma de madera con un ancho de 25 centímetros, unida al madero con un pequeño puntal de madera y medio kilogramo de alambre recocido.
En un principio llevaban el rostro cubierto para no ser identificados por sus vecinos cuando en la fiesta enamoraban a “la querida”, y porque el “bache”, en su intervención hacía parodias, críticas a la autoridad municipal por el mal uso de los recursos financieros.
Los zancudos aparecen en parejas, mujer y hombre, portan huarache cuatro pasadas, calzón de manta, en las alturas bailan el danzón Nereidas, jarabes: De los zancudos baches, Guajolote, Jarabe Doble, Jarabe del Valle, La Víbora de la Mar.
García Guzmán cuenta la leyenda: Zaachila peleaba con Jalpan por la posesión de San Pedro, “que es un santo milagroso; hace hablar a los niños”, los de Jalpan custodiaban la imagen con cuatro grupos de topiles, Zaachila pedía prestado a San Pedro para hacer sus celebraciones. “Un día San Pedro habló en los sueños con los ancianos, pidió quedarse en Zaachila”.
Jalpan reclamaba su posesión y regresaban a San Pedro a sus tierras, “un día San Pedro soltó la peste, hubo repentina mortandad en Jalpan y en toda la región, las carretas se llenaron de muertos, el santo pidió que los hombres lo fueran a traer a Jalpan montados en varas de ocote. Los zancudos, cuando bailan, celebran la victoria sobre la enfermedad”.