JOSUÉ SALVADOR VÁSQUEZ ARELLANES
Cine en vivo: entretejiendo la justicia | Trainspotting 2: La vida en el abismo | Please, continue (Hamlet) | Voraz vs Zonas Húmedas
⋆ ⋆ ⋆ ⋆ Deje todo y corra a verla
⋆ ⋆ ⋆ No se la pierda
⋆ ⋆ Vale la pena
⋆ Puede verla
- No se moleste
- • Evítela como la plaga
El Entremés
¿De qué se perdió en Ambulante 2017? De una experiencia tan única y original, que estoy seguro se repetirá en las venideras ediciones de la gira de documentales, tan buena que incluso se podría exportar a las demás ediciones de Ambulante de los otros estados, y tan buena, que lamentará habérsela perdido. Pero, que en una de esas se repite un día de estos, porque como se dijo al final de la función, todos tenemos una historia que contar y, quedaron muchas historias en el tintero.
Me refiero a la presentación de Cine en vivo: entretejiendo la justicia que tuvo lugar el lunes 10 de abril en el Huacal a las 21:30 hrs. La presentación consistió hacer y musicalizar un documental en vivo por el Colectivo de Artes de Participación, a partir de las historias del público, que en un principio ponían muy en abstracto dichas historias, pero que poco a poco las fueron aterrizando de tal suerte que tuvimos historias tan humanas, como usted y como yo: de una persona ciega que descubrió el color de la vida a partir de la oscuridad; el de una joven reumática que pese a que le estaba prohibido, decidió dejar de contemplar la vida para aventarse a un río y descubrir la calidez que tienen las experiencias nuevas; o el de una chica que presenció la muerte de sus dos primos y que ahora más que nunca cree que no hay que quedarse callados ante la violencia cada vez más cotidianizada.
Llamado cine en vivo porque alguien del público compartía voluntariamente alguna historia personal, y enseguida una chica del Colectivo la representaba en escena, mientras alguien más ilustraba con tinta china sobre un proyector de acetatos, y que dicha proyección sobre la pared fungía como escenografía en vivo, al mismo tiempo que un pequeño ensamble de bajo, percusiones e instrumento(s) de viento, musicalizaban en vivo de manera improvisada. Después del performance, quien hubiese compartido su historia, comentaba qué le había dejado la experiencia; y créame, le dejaron también tantas cosas a uno. Aquí algunas fotos.
La función fue gratuita y contó con la colaboración de Claudia Landavazo, Arturo López “Pio”, Bruno Varela, Faustino Vargas, Emanuel Carrera y Carlos Camarillo.
El Plato Fuerte
⋆ ⋆ ⋆ No se la pierda
Desde que se anunció que Trainspotting (1996) de Dany Boyle iba a tener una segunda parte este año, Trainspotting 2: La vida en el abismo, muchos recibimos con cierto escepticismo dicha noticia, sobre todo quienes vivieron el fenómeno Trainspotting en su momento (éste cinéfago sólo contaba con una década de edad) y a quienes su vida y su generación quedó marcada desde entonces y para siempre por esta película.
Sin embargo volver a hablar de Renton, Sick Boy, Begbie y Spud 20 años después, era sin duda un contundente nocaut a la nostalgia, y era inevitable no querer saber qué fue de sus vidas y de esas 16.000 libras esterlinas por las que una de las mejores amistades se vieron furtivamente traicionadas.
El tiempo pega y muy duro, sobre todo cuando la irresponsabilidad cobra la factura, y media vida después, los personajes se dan cuenta que aún siguen en el mismo hoyo, en el mismo abismo… incluso Renton, quien se supone pudo haber hecho una mejor vida con aquel botín que robó a sus amigos pero que ahora la vida parece estarlo divorciando.
Trainspotting 2: La vida en el abismo está contada de desde varios planos holandeses que insinúan inestabilidad y que recuerdan al estilo de la primera, sin embargo el ritmo caótico y agitado es mucho menor, dando como resultado un tono más cauto, menos agitado pero no por eso menos divertido.
Si no considera a Transpotting como parte de su formación emocional, olvídelo, Trainspotting 2 no tiene caso, su intención no es cautivar al público juvenil; sin embargo, si nunca la vio, no hay mejor pretexto para descubrir el lado A y el lado B de una de las mejores historias del cine del S.XX y que ahora tiene resonancia en este postmoderno S.XXI. Porque nadie está eximido del paso del tiempo, y en algún momento de nuestra existencia vemos avanzar el tiempo, y nos damos cuenta de la vida, el empleo, la carrera, la familia, el televisor, la lavadora, el auto, ¿el futuro?, etc. que “hemos elegido”; y de las inevitables consecuencias de algunas de nuestras decisiones, o de las sinrazones para no hacerlo. Porque hay momentos en que descubrimos el lado B de la vida.
Tampoco es que la parte dos de Trainspotting se ponga muy existencial, simplemente se muestra una congruencia entre lo que eran los personajes hace 20 años y la forma en que rinden cuentas hoy en día ante la vida, ante la familia y ante ellos mismos. De tal suerte que vemos a un Renton que vuelve como hijo pródigo de sus propios recuerdos; a Spuk a punto del suicidio con un hijo al que no ve y extraña; a Sick Boy ahora nombrado Simón por su bella novia Veronika, como un cocainómano, dueño de un burdel que quiebra y un aburrido bar; y a Begbie ahora mencionado como Marco, como prófugo de la cárcel tratando de iniciar en los ‘malos pasos’ a su único hijo y que buscará vengarse de Renton.
Porque así como uno se reconoce ante los demás a partir de sus logros, uno también se reconoce y se sabe de qué madera está hecho a partir de sus fracasos, algo que comparten la cuarteta de amigos que aún buscan la salvación de sus situación a partir de lo ilícito, a partir de un golpe de suerte; siendo lo más patético que el mismo Renton reconozca que: “lo más jodido es que tampoco se me ocurre algo mejor”. Reconocer que se está en el abismo es al menos saber desde dónde se mira al mundo y las posibilidades para asaltarlo.
Claro que se hace uso de la nostalgia a partir de varias escenas y algunos elementos que rememoran a Traisnpotting de 1996, y un ejemplo es la música que se retoma de ésta película pero que esta dosificada de tal forma, que sólo pintan un recuerdo, que sólo lo insinúan, que sólo lo hace presente con apenas unas notas musicales de Born Slippy. Nostalgia aplicada en pequeñas dosis para generar grandes recuerdos.
No es spoiler, pero habrá una frase que será la clave de esta secuela de Transpotting: “Primero hay una oportunidad y luego una traición”. ¿De quién a quién? Es lo de menos, lo único certero es que “el mundo cambia aunque nosotros no cambiemos”, y que a diferencia de los vinilos, el lado B de nuestras vidas no tiene pausa, no se detiene.
Dato curioso: México tuvo su propia versión de Trainspotting en 1999 en forma de obra de teatro, protagonizada por Roberto Sosa, Jesús Ochoa, Demián Bichir y Gabriela Roel. #Kiobo
El Postre
También hubo en Ambulante 2017 una puesta en escena bastante interesante: Please, continue (Hamlet) | Teatro-performace de Roger Bernat y Yan Duvendak. Esto tuvo lugar el sábado 8 de abril en el teatro Juárez a las 20:00 con acceso gratuito.
Muy simple: Jueces, abogados, fiscales y forenses verdaderos, es decir de la vida real actual de Oaxaca, presentaron el caso con ambas partes, parte acusadora y parte defensora, en el que se le señalaba a Hamlet (el creado por William Shakespeare) de haber matado a Polonio. Esto bajo el modelo francés de justicia en donde hay un juicio oral y donde se presentaron pruebas e interrogatorios en vivo. Lo interesante fue ver cómo se resolvía tan conocido asesinato de la literatura universal, en un juicio local con personas de oficio.
El ejercicio se ha hecho en varias ciudades de otros países, y antes de Oaxaca hubo un ejercicio igual en la Ciudad de México. Y qué cree, pues sí, aunque todo apuntaba a que Hamlet era culpable, legalmente no se podía comprobar dicha culpabilidad, por lo que la juez ordenó su inmediata liberación; es decir, Hamlet fue declarado por un jurado integrado por el público, como inocente. Así la justicia en nuestro país. Y es que si lograron dejar libre a Hamlet, que podemos esperar con Duarte.
Nota: Quizá un mejor ensayo hubiera ayudado más al desarrollo óptimo de éste ejercicio escénico (largo como un día sin pan, pero interesante), pero que para ser la primera vez que se presenta en Oaxaca sin duda se marcó un precedente. Esperemos se repita. El ejercicio claro, no la injustica.
La Gula
⋆ Puede verla
Pues éste cinéfago no resistió, se dejó llevar por la especulación (el morbo) que generó la nota de que en su estreno hubo desmayados, y luego la generada por una fuerte campaña de publicidad en redes sociales, y fue a ver Voraz (Raw).
La trama es simple, por así decirlo: una chica que es vegetariana, ¿o vegana?, entra a estudiar veterinaria a una universidad francesa, pero en el transcurso descubre que tiene una inclinación muy fuerte hacía la antropofagia que al parecer le viene de familia. (Mejor debería probrar la cinefagia, ¿no cree? Aunque esa también se vuelve incontrolable).
¿Qué tenemos en Voraz? Pues una película que intenta a todas luces perturbar a espectador, sobre todo a los más quisquillosos. (En la función, que estaba llena, al menos cuatro personas se salieron. Pensé que se desmallarían, pero no). Lo obvio es eso, que a todas luces se nota la intención de la película de querer incomodar, y aunque está muy bien resueltos los efectos de la sangre, la carne humana mordida y escenas en donde aparecen animales (ojo, dije antropofagia, así que ningún animal es comido, al menos vivo), la historia es algo inconsistente y sólo sirve de pretexto para mostrar escenas en las que se ponen a prueba el estómago y pudor del espectador, al ver cosas como: el que la chica se coma el dedo de la mano de su hermana que por accidente se cortó con unas tijeras al momento en que la ayudaba a depilarse en su zona íntima (ósea).
Escenas sí fuertes, pero que al no tener un sustento claro del personaje o de la historia, se convierten en un mosaico de eventos sangrientos canibalescos; algo parecido a lo que le pasa a Nicolas Winding Refn en su Demonio Neon (The Neon Demon). Recalco, mosaicos sí bien logrados, bien ejecutados, bien actuados, pero en las que aunque haya un cierto humor negro, la forma no consigue ser fondo.
Tampoco es que se tenga que volver un tratado sobre el cuerpo, la relación entre hermanas o el descubrimiento del canibalismo; por lo que Voraz es sólo para poner a prueba su capacidad de espectador, y comprobar si puede ver la película al mismo tiempo que degusta de unas palomitas o demás alimentos durante la proyección.
Sabe en qué película sí está bien logrado este efecto de poder explorar lo corpóreo, y generar reacciones orgánicas en el espectador a través de las exploraciones físicas que genera un personaje femenino, que sí desarrolla todo un carácter del personaje en torno a su cuerpo, en torno a lo femenino y además con humor del ácido: Zonas Húmedas (Feuchtgebiete) o (Wetlands). La puede ver por línea en el siguiente link:
http://www.pelispedia.tv/pelicula/wetlands/
Vea ambas, compárelas y ya usted me dirá para cuál tuvo más estómago.
*Cinéfago: El que tiene el hábito de comer y devorar cine. #SeValeLaGula