VICENTE GUERRERO, Zaachila (sucedióenoaxaca.com).- Luego de una semana de ensayos por fin lo logran. La interpretación de los primeros 20 segundos de la obertura de “Así habló Zaratustra” de Strauss, son un pequeño paso para la naciente orquesta sinfónica de la agencia Vicente Guerrero, en Zaachila, pero un salto enorme para cada uno de sus integrantes.
Así podría sintetizarse el resultado del trabajo capitaneado por Iñaki Etxepare, un reconocido violonchelista español que deja de cuando en cuando los reflectores de las salas de concierto para venir a Oaxaca a dar clases a niños y jóvenes de este asentamiento ubicado en las cercanías de un tiradero de basura.
El concertista llegó hasta este sitio hace poco más de un año luego de conocer a una pilota de la Air France llamada Isabelle de Boves, quien le habló de la posibilidad de conformar una orquesta sinfónica en la escuela de música “Santa Cecilia”, impulsada por el sacerdote del lugar, José Rentería.
Para conseguirlo, lo primero que hizo la pilota francesa fue recorrer las calles de París para reunir instrumentos a través de donadores; algunos pertenecieron a ejecutantes reconocidos y hoy se encuentran en manos de chicas y chicos que cada sábado se reúnen a estudiar en la escuela financiada con cuotas de padres de familia.
Iñaki comenta con satisfacción que el inventario de cuerdas se compone actualmente de dos contrabajos, unas 8 violas, 25 violonchelos y unos 30 violines.
Con la labor altruista de Isabel de Boves e Iñaki Etxepare y los nuevos instrumentos se ha creado una pequeña orquesta de cuerdas y, sumados con los instrumentos de aliento y percusiones de la banda filarmónica “Santa Cecilia”, la primera agrupación surgida de esta escuela de música, está cobrando forma la nueva orquesta sinfónica.
Al principio el objetivo era entretener a las y los chicos con la música para alejarlos del pandillerismo, platica el maestro Camerino López, director de la banda de alientos, originario de la sierra norte de Oaxaca.
Posteriormente, padres y madres de familia conformaron la asociación civil “Armonía, Juventud y Comunidad” que ha venido a organizar la administración del lugar que inició con unos precarios salones y ahora cuenta con sólidas aulas. Ya planean construir la barda perimetral, hoy de láminas.
Iñaki asumió de manera voluntaria la parte pedagógica.
“Hay aproximadamente cien alumnos en total. Todos estudian obligatoriamente solfeo. Me parece que con una pedagogía sólida algunos pueden llegar a ser profesionales. Gracias a su esfuerzo estoy seguro que es posible cambiar sus circunstancias. Yo creo, como Platón, que lo más importante en la vida son la gimnasia y la música”.
La música, más importante que las matemáticas
El chelista originario del País Vasco ha ofrecido conciertos en Nueva York, Miami, La Habana, Atenas, Ginebra, Barcelona, Bonn, Quito, Manila y Tokio, entre otras ciudades. Comenta que en países como Alemania y Hungría la música es más importante que las matemáticas.
“La música les da a los niños la gran oportunidad de cambiar su futuro, y si tienen potencial, solo hay que darles un empujón para que encuentren una profesión”, señala Iñaki entrevistado en un intermedio del ensayo.
La tónica pedagógica del concertista está en el juego. Considera que lo más importante para una persona es que se lo pase bien: en la danza, en la música, en las matemáticas.
“Eso procuro en las clases, que los chicos estén a gusto consigo mismos, que se diviertan cuando vienen a clase. Sería bonito verlos algún día en otras orquestas, que ocupen otros lugares”, comenta.
La “Vicente Guerrero” era una colonia; ahora es agencia municipal
Fundada hace unos 30 años a las orillas del basurero donde se depositan toneladas de desechos de la capital oaxaqueña y otros municipios aledaños, la colonia Vicente Guerrero recién fue elevada a rango de agencia municipal por el Congreso del Estado, pues ya cuenta con más de 10 mil habitantes.
A principios de 2016, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente multó con más de 2 millones de pesos al ayuntamiento de Oaxaca de Juárez tras constatar contaminación del suelo natural en la zona con metales pesados como arsénico y vanadio.
Luego de la sanción, autoridades municipales se dieron a la tarea de “dignificar” el basurero con algunas obras que lo convirtieron en un “relleno sanitario”, para mitigar la contaminación.
La “Vicente Guerrero” es una localidad violenta, reconocen sus pobladores. Da material para la nota roja de cuando en cuando debido al vandalismo juvenil, y en ocasiones por cuestiones políticas.
Escuchar los primeros acordes de la obertura de “Así habló Zaratustra” en la escuela de música “Santa Cecilia”, a la orilla de una calle polvorienta, mueve a imaginar que esta banda sonora popularizada por Stanley Kubrick cuando la utilizó como fondo musical para su película “2001 Odisea del espacio”, significa el inicio de una Odisea en la “Vicente Guerrero”.