SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Este jueves 4 de agosto es la fiesta patronal de Santo Domingo de Guzmán en estas tierras zapotecas.
Para tal ocasión, el presbítero español, fundador de la orden dominica allá por el siglo XIII, fundamental en la tarea evangelizadora de los pueblos indígenas durante la Conquista, está estrenando ropajes.
El encargado de confeccionar la vestimenta del santo patrono de Santo Domingo Tehuantepec es Gilberto Fabián Martínez, pintor y diseñador que se conoce al dedillo las tradiciones prehispánicas, coloniales y contemporáneas de ésta su tierra adoptiva.
Dedicado desde hace por lo menos dos décadas a la confección de trajes de tehuana, a recuperar la fabricación del sombreros Charro 24 y a decorar las fiestas tradicionales más relevantes de Tehuantepec, como la Vela Sandunga, Gilberto Fabián le confecciona túnica y capa al misionero dominico, además de arreglar su altar, por tercer año..
Esta vez, comenta, encargó que le trajeran de España la tela para la capa. El objetivo, dice, fue vestirlo con materiales de su país de origen.
-¿O sea que usted sí se dedica a vestir santos?
-Bueno, yo confecciono la ropa, pero no lo visto. Hay una hermandad de mujeres dedicadas a la iglesia y son ellas quienes le ponen cada año su túnica y su capa nuevas para el día de su fiesta.
Explica que él diseña su vestimenta a la medida, pero le han comentado las mujeres de la hermandad que a veces Santo Domingo no se deja vestir.
-¿Cómo que no se deja vestir?
-Sí, me dicen que a veces la túnica le queda corta, chueca, o sencillamente no se le puede colocar por alguna extraña razón; no le entra. Afortunadamente conmigo no ha pasado eso. O al menos no me he enterado.
Los arreglos florales y toda la ornamentación del nicho de Santo Domingo también se le encarga a Gilberto Fabián, quien utiliza sobre todo azucenas amarillas y blancas.
De acuerdo con los biógrafos del santo patrono de Tehuantepec, la azucena blanca simboliza la pureza y la delicadeza del alma, y su aroma representa el perfume del alma limpia.
Un día antes del 4 de agosto, día de Santo Domingo, se acostumbra ir acompañados de música a la llamada Traída de Flor de las antiguas huertas, para adornar la catedral en la víspera de su misa; y por las tarde se lleva a cabo el Convite de Flores para llevar velas y flores para el altar del Santo a fin de que en su día la catedral luzca esplendorosa.
Estas costumbres se realizan desde la Colonia y se siguen transmitiendo de padres a hijos cada año en una mezcla de festividad religiosa y pagana, pues no falta el baile después de celebrar la misa solemne al santo patrón.