OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Era enero de 1999 cuando un día caminando con su padre por el zócalo de esa ciudad, Max Sanz, de acaso siete años, se encontró al gobernador José Murat cerca del palacio de gobierno.
Así es como inició su relato el artista plástico, previo a la apertura de su exposición «La flota de la armada invencible», en la Casa de la Cultura Oaxaqueña, el pasado viernes.
Sanz no tuvo inconveniente para explicar la imagen que ilustra el perfil de su cuenta personal de Facebook.
A Murat le simpatizó la determinación del niño y lo invitó a visitarlo en su despacho el Día de Reyes, que estaba próximo. Ése sería su regalo, recibirlo en su oficina privada.
El niño y su padre consideraron que las palabras del político no serían más que una cortesía, pero días después, la publirrelacionista del gobierno estatal localizó al pequeño para recordarle su cita con el mandatario.
Max Sanz acudió el 6 de enero al palacio de gobierno al término de sus clases. Llevaba un poco de plastilina y mientras conversaba con el gobernador en su oficina, rodeado de algunos colaboradores, elaboraba unas pequeñas figuras. Sorprendido por la habilidad del pequeño, Murat le ofreció una beca para que estudiara artes plásticas. «Tu vas a ser un artista», recuerda que le vaticinó.
Desde ese momento, el ex gobernador le brindó a su visitante una beca para que pudiera pagarse un maestro de pintura, y así fue como empezó la formación artística da Max Sanz, quien hoy, a sus 24 años, acaba de concluir sus estudios en el Universitario Bauhaus de Puebla, pero que desde hace seis años inició una meteórica carrera como pintor.
Max Sanz expone este verano «La flota de la armada invencible » en la galería Rufino Tamayo de la Casa de la Cultura Oaxaqueña. Acceso libre.
1 comentario
La escuela de pintura Oaxaqueña corrupta. Porque hablan de sus referencias como si fuese algo bueno, ¿por qué esa anécdota debe importar en lo que pasa en el arte oaxaqueño? Aún mas importante que esto, en ningún momento se habla de la propuesta del joven ni de como lo que generara es importante para el espectador, ni de su discurso artístico y la problemática estética que pone en perspectiva, solo parece una nota informativa igual cumpliendo la misma función que en memorándum, creo que lo mas preocupante de todo esto es que básicamente estamos viendo al nuevo «andriacci» en el sentido del mecenazgo que es muy evidente, no dudo de las capacidades cognitivas de el sujeto que hace llamarse artista plástico pero esto no beneficia de ninguna manera la forma de hacer arte para los artistas oaxaqueños que si les interesa una propuesta y denotar que esta pasando algo completamente diferente en su ciudad, hay que respetar todas y cada una de esas propuestas que quizá no sean buenas pero generan material para ver si estamos haciendo bien las cosas.