Aunque el inicio del proceso de juicio político en el Congreso contra el gobernador veracruzano Javier Duarte de Ochoa despertó expectativas, muy pronto se van a enfriar los ánimos: el mandatario no va a ser enjuiciado porque sería la caída de la primera ficha de dominó priísta y luego seguirían más gobernadores del tricolor.
En todo caso, en medios políticos siguen sin entender por qué se dejó que el caso llegara al inicio del procedimiento de enjuiciamiento en plena campaña electoral para elegir al sucesor de Duarte, porque en los hechos benefició al candidato del PAN-PRD Miguel Ángel Yunes Linares y su posición de ventaja en las encuestas.
El procedimiento legal del juicio político es el más tardado, lo que sería parte de la estrategia gubernamental: darle trámite, esperar que se desahoguen los casos anteriores a Duarte y ganar tiempo; así, el PRI dejaría la señal de que no niega la posibilidad, pero con las certeza de que tampoco la votará.
Las sanciones de juicio político por manejo irregular de fondos se debe votar con la mayoría absoluta del 51 por ciento de los diputados, y la actual Cámara tiene un PRI y aliados con el 52 por ciento; por tanto, se necesitaría de diputados priístas para cesar e inhabilitar a Duarte. Y el PRI, obvio, es el más interesado en no abrir el mecanismo de juicio político para destituir gobernadores y políticos priístas.
En el Senado el candado está más cerrado: la votación a favor de aplicación de sanciones ya votadas por la Cámara de Diputados debe lograr la mayoría calificada de dos terceras partes de los senadores y el PRI-Verde tienen en el Senado el 48.4 por ciento de curules, dejándole a la oposición el 51.6 por ciento pero con la necesidad de sumar el 67 por ciento de las curules.
Y si en el PRI hubiera –y en política no existe el hubiera— voluntad política para someter al orden al desordenado gobernador de Veracruz, tendría mecanismos más funcionales y menos conflictivos que beneficiaran a la oposición. Así que el siguiente paso del PRI será el de aplicar el reglamento y esperar que salgan antes otros juicios políticos.
Lo malo es que la agenda pendiente del gobernador Duarte es bastante grave: la represión presupuestal contra la bien calificada Universidad Veracruzana, el señalamiento del auditor superior de la federación de que el gobernador debería estar en la cárcel por malversación de fondos públicos y la desaparición de cinco jóvenes en Tierra Blanca que se suman a los 43 estudiantes de Ayotzinapa-Iguala-Cocula que está escalando la atención de organismos internacionales como el de los normalistas.
El gobernador Duarte ha ido perdiendo espacios: no pudo poner candidato a gobernador, el PRI nacional lo reprendió en público y el gobierno federal le dio cauce al procedimiento de juicio político no para completarlo pero sí dejando que la fama pública del mandatario se siga hundiendo en el desprestigio. En este escenario, paradójicamente Duarte se ha convertido en el principal promotor de votos a favor del candidato opositor Yunes Linares.
Y todo el debate negativo alrededor de Duarte sigue dañando al candidato priísta a gobernador Héctor Yunes que fue nominado en el PRI nacional. En el debate mediático a nivel nacional, Duarte ya perdió la plaza veracruzana y el gobierno federal podría recuperarla sólo con una campaña sucia contra el panista-perredista Yunes Linares como la de Sonora y Colima el año pasado.
-0-
Política para dummies: La política es el trabajo en el infierno pero diciendo que se vive en el cielo.
Sólo para sus ojos:
- Reapareció la excandidata panista Josefina Vázquez Mota en el Senado, al lado de la extesorera de los EU con Bush, Rosario Marín, porque a las dos las une una amistad. Sólo que esa cercanía tuvo efectos políticos.
- ¿Qué ocurriría en Oaxaca si los tribunales electorales le niegan la nominación a Benjamín Robles por el PT y a Alejandro Juanito Murat por el PRI-Verde? Fichas nuevas.
- Artificial el debate gobierno federal-gobierno de la Ciudad de México por los terrenos del aeropuerto; huele a ambiente 2018 por parte de la capital.
- Mal de las redes: la cantante Alejandra Guzmán aparece en foto con su hija –las dos en bikini– y luego se enoja por bromas sexistas.
@carlosramirezh