Ven a ver la exposición “Instintos naturales” del artista originario de Nazareno Etla a Galería Quintana
OAXACA, Oax (sucedióenoaxacac.com).- Las vacas, en la india, son símbolo de maternidad y fertilidad; los elefantes, en Tailandia, representan las almas moribundas; los tigres, en China, son ícono monárquico. En la cultura celta los jabalíes son sinónimo de fuerza y coraje, y en la cultura Azteca, los Jaguares representan la casta guerrera más importante de su imperio. Quetzacóatl, la serpiente emplumada, fue una de las deidades más emblemáticas, y el Xoloitzcuintle, tuvo el honor de guiar a las almas de los muertos a través del Mictlán, el inframundo.
Todo lo anterior, ha dado motivo a Eliezer Jogli para inmortalizar, a través de la pintura, a la fauna, sobre todo a esas especies que sabemos están al borde de la extinción o en franco peligro debido al gran depredador humano.
Por eso, el artista nacido en Nazareno Etla, formado en la Facultad de Bellas Artes de la UABJO, y con un fino pincel figurativo capaz de llegar al hiperrealismo, plasma elefantes, leones, aves, peces y, sus favoritos, caballos, como propuesta artística para decir: ¡Dejen en paz a los animales en su hábitat! Disfrútenlos a través de un cuadro.
Fue así como surgió la exposición “Instintos naturales” que abrió la noche de este jueves en la Galería Quintana de la capital oaxaqueña, situada en el barrio de los Siete Príncipes, donde el artista estuvo acompañado de la gestora cultural Claudia Luján, la arquitecta Isabel Quintana, el artista Manuel Miguel, coleccionistas y el galerista Abraham Arrazola, entre otros allegados.
Recordemos que, como dice el texto de sala del galerista Abraham Arrazola:
“Los animales siempre han sido motivo de admiración e inspiración creadora del arte. Desde las pinturas rupestres, el humano ha sentido la necesidad de plasmar a quienes comparten semejanza con ellos, aunque pertenezcamos a razas diferentes.
“Las piedras, hechas paredes, en cavernas, fueron adornadas por imágenes de seres no pensantes, diferentes al humano, pero atractivos por la majestuosidad de su andar; seres tan hermosos y fieros, como armoniosos en sus movimientos.
“Al paso del tiempo, la fauna empezó a posicionarse en la iconografía mitológica en diferentes culturas del mundo, adueñándose del culto en los pueblos que la elevaron a dioses y deidades.
“Pero en el arte, hay otro vértice que, sin elevarla a deidad, cita a la fauna para darle un peso muy importante en el equilibrio que mantiene la preservación de nuestro planeta.”.
Con un pincel educado, una paleta en la que predominan los colores fríos, metálicos, da rienda suelta a su genuina inspiración, para plasmar caballos, toros, elefantes, rinocerontes, aves y peces, principalmente, en diferentes etapas de su existencia o supervivencia.
Jogli no pinta deidades animales, ni animales mitológicos para rendirles culto, él pinta animales por la necesidad humana de exigir una cultura de tolerancia y protección hacia la fauna, proponiendo un nuevo modelo de vida que nos permita interactuar con ellos, a través del respeto y trato humano, de igual a igual.
“Instintos naturales” permanecerá en Galería Quintana, Rayón 913-B centro histórico, hasta el 10 de diciembre.