ZAGREO EL YACO* | Fotografía de portada: BLOOMBERG:COM
Como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto
M.H.
Tal parece que en este mundo las únicas personas que pueden triunfar estando solas son los millonarios. Sin importar la época, resulta que aquellas almas solitarias que también poseen millones han sido los pioneros en la ciencia o la tecnología.
Henry Cavendish, físico que descubrió el hidrógeno, es el ejemplo de un individuo con dinero que aporta al conocimiento humano. Un mérito bestial si naces a finales de mil setecientos y principios de mil ochocientos.
Como si el dinero fuera la única constante histórica de cualquier descubrimiento, Bryan Johnson, centimillonario gringo enfocado en el estudio del cerebro, salió a decir hace un par de días que había encontrado la clave para alcanzar la vida eterna.
La acumulación de dinero y la búsqueda de la vida eterna son un capricho que muy pocos podemos darnos. El Brayan (para los compas), llamó a una célebre revista para que el mundo atestiguara la rutina para llegar a la vida eterna. Dejó que el fotógrafo de Time capturara imágenes de su cuarto y de los aparatos que usa para mantenerse joven.
Las imágenes muestran un cuarto vacío: sin tele, sin ropero, sin celular ni cargadores; el buen Brayan duerme únicamente con dos objetos cerca de él: un artefacto que emite rayos que incitan al cuerpo a producir colágeno, de tal manera que el Brayan despierta y coloca el artefacto en su rostro.
El segundo artefacto que se encuentra en su cuarto es un medidor de erecciones dentro de su pene. Así como lo estás leyendo. Como si se tratara de un carro al que se le mide el aceite. El buen Brayan mandó a hacer un medidor que envía información directamente a su celular.
El excéntrico millonario asegura que las erecciones son la única medida exacta para saber si un hombre posee un buen ritmo cardiaco y la edad biológica de un jovenzuelo. En sus parámetros, una erección de tres horas es normal cuando se tiene una edad biológica de entre veinte y veintisiete años. El reto del Brayan es poder conservar una erección de al menos dos horas por el resto de sus días. Habrá que ver.
Si de por sí la vida sexual de las personas tiene sus verdades relativas, no puedo imaginar lo que será del mundo cuando efectivamente la duración de una erección determine cuántos años puedes vivir.
Por otro lado, me parece una versión tan falocentrista del tiempo y de la vida que inmediatamente desata preguntas evidentes: ¿Cómo hacer la misma medición en las mujeres?, ¿cuál es la certeza de dicho estudio?
Me encantaría solucionar las dudas de nuestros lectores, desafortunadamente, aunque imaginación tengo de sobra, carezco de ese último detalle que me separa de Cavendish y del buen Brayan: un cerro de dinero a mi disposición.
*ZAGREO YACO., escritor de tiempo completo. Sobrevivo porque Adri me mantiene. Gracias a un Dios que nunca muere nací en Oaxaca. Críticas, patrocinios o ganas de censura, llamar a la editora.