Mi oxigenación quedó incompleta desde tu caída,
La sombra y el cobijo se disiparon,
Cocijo escuchó tu agonía,
Tu tronco desafío soles, lluvias, sismos, vientos,
Siento angustia al no mirarte, te llevaste la vida del artista.
Altar de los bailarines,
Bajo tu sombra Chucho Valle danzó a la eternidad,
Los grillos murmuran las ausencias,
En la oscuridad tu ramaje sonó a metal,
Bajo el laurel, Silvia María cantó la poesía,
Bajo el laurel vi a Laura danzonear,
Bajo el laurel Arcelia abrió el libro y el telón del teatro,
Bajo el laurel la ciudad fue celebrada.
En mi sueño tu espíritu es una luna verde que ilumina la plaza,
Los ángeles posan entre tus ramas,
Morada de ardillas, pichones y murciélagos,
Imagen de lo real aprisionas en tu madero, aromas, rocíos, savias.
Tus raíces tejen el luto,
En mi memoria guardo tu sonrisa y la uno a mi risa pálida de melancolía,
No me espanta la sombra invisible,
Los árboles del parque, sostienen la vida, quinqués de la noche intacta,
Evocando a la esmeralda.
Como un jazmín alunado miro florecer tu historia,
Vestida de noche, la muerte elige lo que será polvo y olvido,
El silencio grita tu nombre,
Tu silueta reaparece, bajo la luna verde.
JUDITH OSORIO / Sociedad de las Poetas