OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- La académica de la Licenciatura en Psicología del ITESO, Claudia Vega, menciona que hay factores derivados de la pandemia por COVID-19 que han aumentado los síntomas de ansiedad y la depresión.
Aunque estos padecimientos que deben ser diagnosticados por un especialista, lo cierto es que desde el año pasado se ha registrado un aumento en su aparición debido a que las personas están sometidas a un prolongado estado de estrés.
“Los tiempos que corren llevan el estigma de la incertidumbre. Nadie sabe a ciencia cierta de donde salió el SARS-CoV-2, ni por qué se comporta cómo lo hace. Nadie sabe dónde se va a contagiar y nadie puede prever si va a ser asintomático, va a pasar la enfermedad en casa, será hospitalizado o requerirá intubación. Muere gente joven y ancianos sobreviven al virus. El confinamiento se alarga. En Jalisco, por ejemplo, cinco días se volvieron meses”, mencionó.
“Hay más tristeza ahora. La gente está viviendo una situación de muerte, de pérdida de seres queridos, de confinamiento. Todo esto se refleja en un incremento de ansiedad y depresión”, agregó.
¿Qué hacer para combatir el estrés? Lo primero, es seguir las indicaciones médicas, cumplir cabalmente con el tratamiento y trabajar en la rehabilitación. Hay que preguntar, muchas personas tienen pena de hacerlo, pero lo recomendable es incluso tener una libreta de dudas para tener la mayor —y mejor información posible
“Las redes de apoyo son fundamentales: la familia, los vecinos, los amigos”. Para esto, comenta, es importante echar mano de todas las herramientas posibles, incluidas las tecnológicas. “No es lo mismo, no sustituyen el contacto personal, pero son alternativas. Es necesario hacer uso de la creatividad”, añadió la académica.
Una de las situaciones que genera más incertidumbre, y por ende más estrés, es la falta de claridad en las rutas a seguir en caso de tener sospecha de contagio o de, efectivamente, haber contraído Covid-19. No hay claridad con lo que se debe hacer en el trabajo, a dónde acudir, hacer o no hacer la prueba, etcétera.
La psicóloga señaló que lo importante es mantenerse informado, tener los datos —teléfonos de contacto, de emergencia, de a quién avisar en el trabajo— a la mano. “Es necesario generar estructuras que nos permitan tener las cosas bajo el mayor control posible y difundir las rutas a seguir para que la gente sepa qué hacer, a dónde reportar”.
Desde el Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO se ha ofrecido apoyo a diferentes iniciativas, una de ellas es el proyecto Quererte en Casa, coordinado por el gobierno del estado.
Desde que comenzó la contingencia sanitaria han atenido cerca de 20 mil llamadas, a principio las llamadas tenían que ver con el miedo a la infección. Después, estuvieron relacionadas con los contagios y con las consecuencias del confinamiento como la pérdida del empleo o los ajustes a los salarios. Ahora quienes más llaman son los integrantes del personal sanitario, que se encuentra desgastado, cansado, han tenido muchas muertes.
Entre las llamadas, hay algunas que duran cinco minutos y otras una hora. También hay personas que llaman cinco veces en un mismo día.
La académica resalta que mucha de la sintomatología asociada con estos padecimientos y estados mentales se contrarresta con el ejercicio, por lo que aconseja encontrar maneras para activarse físicamente.
Cinco recomendaciones para tener la mente clara
Vega propone cinco puntos que se pueden seguir para no dejar que el estrés se convierta en ansiedad y depresión:
- Encuentra una rutina que te sea útil.
- Hazte acompañar por tus redes de apoyo.
- No descuides la prevención y sigue las indicaciones.
- Conoce las rutas a seguir.
- Ten un hobbie para tener tu mente ocupada.