Fotografía: KAJANEGRA.COM
¡Qué difícil sostener un duelo de picheo
hasta el final del partido!
Alberto Blanco, LA VIDA EN EL DIAMANTE
Alba
en la calle el auto se marcha presuroso,
el adiós llega hasta mi cama,
abro los ojos,
con el motor en marcha
comienza
el día.
Mediodía
por la prisa,
porque somos malhechos,
porque no hay tiempo
permanecen dos ojos entristecidos
junto a mi mano;
polvo en la base del asa,
terror tan próximo
-pocillo de café.
Tarde
del paso al otro mundo
habla la tarde.
La enamorada abeja suspira por la araña,
sabe que no habrá más plenitud
que entregarse, romper la forma,
algo anticipa de su retorno
en grácil baba,
tela de araña.