OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- En este 2020 Almadía está cumpliendo 15 años de vida. Más allá de festejar este aniversario con mucha fiesta y mezcal, como lo había planeado, la pandemia y la situación crítica que enfrenta la comunidad editorial en México la ha llevado a valorar lo esencial.
Por eso, como parte de los cambios que exigen las circunstancias, ha modificado sus diseños dotando a cada uno de sus libros con personalidad y voz únicas, y con una pasta dura para que “resistan” junto con sus autores y lectores, y su propia casa editorial, los tiempos difíciles.
Ejemplo de ello con los nuevos títulos Señales distantes del oaxaqueño AntonioVásquez, Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio de Andrea Chapela y El libro de los dioses de Bernardo Esquinca.
Almadía nació en 2005 en la ciudad de Oaxaca. A lo largo de estos años, su catálogo se ha ido construyendo con libros de narrativa, poesía, ensayo, crónica e ilustración, que suman más de 300 títulos: una colección diversa donde dialogan autoras y autores de trayectoria consolidada, con escritoras y escritores jóvenes de México, Latinoamérica, y países como Angola, Mozambique, Sudáfrica, Finlandia, Francia, España, EUA o Canadá.
Todos los de Almadía, son libros que gustan y conmueven, que hacen cuestionar el mundo, pero también disfrutarlo e imaginar sus infinitas posibilidades. “Nos emociona sentir que nuestra lista de publicaciones está integrada por obras que nos confirman que editar, publicar y compartir libros es una labor tan bella como importante”, apunta el sello editorial oaxaqueño en un comunicado.
Y agrega que: “Hoy festejamos que, después de muchos años de búsqueda y persistencia, el corazón de Almadía es grande y late fuerte. Que la amistad y el compromiso de nuestras autoras y autores, el entusiasmo y la convicción de todo el equipo de trabajo, el cariño incondicional de todos nuestros lectores, así como la complicidad solidaria con otras editoriales y librerías, hacen que hoy Almadía se sienta como lo que siempre ha querido ser: una casa”.
Dentro de la edición independiente, es común que todos los cuestionamientos, conversaciones y discusiones al interior de los equipos de trabajo se vean reflejados en los libros mismos. Y esta no es la excepción.
Como respuesta a estos meses de incertidumbre, además de establecer alianzas urgentes y valiosas con colegas del gremio, la imagen de sus libros cambió. Las camisas y el suaje se han ido, pero conservan el colorido, la frescura y, sobre todo, su principal objetivo: que cada libro sea un regalo para el lector. Ahora los forros son de pasta dura, con el fin de hacer libros más resistentes para afrontar juntos los tiempos que vienen.