OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- El retorno al semáforo epidemiológico naranja, cuando Oaxaca ya había alcanzado el amarillo, y en teoría se encontraba en la antesala del semáforo verde, es un paso atrás que en gran parte se debe a la escasa información con que cuenta la sociedad para protegerse y proteger a sus familiares mediante el uso de cubrebocas, lavado de manos y sana distancia.
Así lo sostiene el médico Joel Otilio Hernández Gutiérrez, quien además considera que aunado a lo anterior, ha sido un “grave error” por parte del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, haber minimizado la importancia de la pandemia desde sus inicios.
“México tuvo tres meses para preparase y evitar tantos contagios y muertes. Podemos decir que Europa le dio tres meses de chance a nuestro país para prepararse, pero en vez de eso, el presidente declaraba que no tenía que usarse cubrebocas y que podíamos seguir con los besos y abrazos, cuando se debió usar cubrebocas desde el comienzo de la pandemia”, comentó el galeno en entrevista vía telefónica.
Respecto a las cifras oficiales de contagios y muertes por la pandemia que informa el gobierno federal, hasta este domingo 668 mil 381 casos positivos y 70 mil 821 decesos, el profesional de la salud estima que podrían estar maquilladas o por lo menos ser inexactas, ya que la mayoría de los hospitales públicos y privados han dejado de recibir pacientes por temor al contagio al interior de los nosocomios.
El doctor Hernández Gutiérrez menciona que ante la alarma que significa retornar a semáforo naranja en el estado de Oaxaca, las instituciones competentes tendrían que establecer acciones masivas de difusión para el uso del cubrebocas y las otras medidas de prevención como lavado de manos y sana distancia, así como el quédate en casa.
“Se me ocurre que la propia policía que anda patrullando vaya informando con un altoparlante a su paso; o en la plazas o parques públicos que haya personal de las instituciones exhortando a las personas a usar el cubrebocas y explicarles la importancia de este material, también a través de un altoparlante”, mencionó a manera de sugerencias.
Mencionó que la labor que le compete a instituciones gubernamentales, lo ha estado haciendo de manera independiente desde la semana anterior el artista plástico Guillermo Rito, quien ha colocado cubrebocas de tela en monumentos como el de Benito Juárez en el parque El Llano, y en la Fuente de las Ocho Regiones, de la capital oaxaqueña, a fin de llamar la atención de las personas que transitan por las calles y que han hecho caso omiso del uso obligatorio de este material de protección.
“Cualquier cubrebocas es bueno, hasta el que cuesta diez pesos. Pero si alguien quiere asegurarse de que su cubrebocas funciona, que haga la siguiente prueba: que con el cubrebocas puesto trate de apagar una vela. Si no se apaga, es seguro”, explicó el médico.
Por último, manifestó que aunque parece ser una constante en el mundo, en México es palpable el desinterés de los gobiernos federal, estatales y municipales por atender de forma responsable y profesional la pandemia del COVID-19, pues lo que se observa es que para asumir acciones las autoridades se basan en primer lugar en criterios políticos, en segundo lugar económicos, y el criterio de protección de la salud y salvar la vida de las y los mexicanos está en tercer lugar, cuando debería ser el primero.
A estas alturas de la situación pandémica, la frase del médico y líder religioso mormón Rusell M. Nelson, vista en un letrero sostenido por un mono de calenda en un hotel del centro histórico de la capital oaxaqueña tendría que multiplicarse para concientizar a la población sobre el uso del cubrebocas: “Se respira más fácil con cubrebocas que con respirador. Entre todos paramos la pandemia. Póntelo”.