SAN CARLOS YAUTEPEC, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- La vida de Mercedes López Ramírez, “Tía Meche”, se transformó a sus más de 80 años, cuando solicitó por voluntad propia formar parte de la Delegación de la Guelaguetza de San Carlos Yautepec.
“Ahora de vieja estoy haciendo lo que no hice de chamaca”, expresa la mujer de rostro moreno, que no obstante su edad, muestra firmeza de carácter, y se ha conveertido en inspiración de las más jóvenes y emblema de su pueblo.
Huérfana a muy temprana edad, entró a trabajar en las labores domésticas con una familia notable de Yautepec; y desde entonces su vida ha sido trabajar. La casa donde se capturó la imagen de portada, es la misma donde laboró por muchos años.
Se cuenta en San Carlos que Tía Meche se casó a los 15 años, aunque en el acta de matrimonio le pusieron 17, luego de que su patrón la vio platicando con un conocido músico de la región, el trombonista Adolfo Jarquín. La boda, decían, era la única forma de que no fuera la “deshonra” de la familia con la que trabajaba. De esa unión nacieron nueve hijos e hijas.
Beatriz Jarquín, recuerda que a su mamá le gustaba mucho bailar desde muy joven, esa era su mayor alegría, sin embargo, entre el trabajo y el cuidado de su descendencia, tenía pocas posibilidades para hecerlo, salvo en una que otra fiesta.
Tía Meche es una de las mejores cocineras de la región. Su especialidad es el arroz blanco y el “rico molito” que se sirve en las bodas. En su memoria guarda claros recuerdos de cómo eran las bodas y las fiestas de antaño, a las que acudía a ayudar en la cocina. Esos recuerdos han sido muy importantes para revitalizar la tradición del Fandango y el Jarabe Carleño que bailó por primera vez con su Delegación en el auditorio Guelaguetza, en 2019.
A partir de entonces, San Carlos Yautepec ha recibido múltiples invitaciones para participar en encuentros culturasles y fiestas tradicionales. Ahí va doña Mercedes, quien a sus 82 años se fleta trayectos de hasta 12 horas sin chistar.
En los primeros dos meses de 2020, Tía Meche ha viajado participado en encuentros culturales en San Agustín de las Juntas, en el valle y en Bajos de Chila en la costa. Comentó que tal vez a San Jacinto Amilpas, municipio conurbado a la capital oaxaqueña, ya no iría, porque cada que salía dejaba solo a su esposo. “Anda mamá, yo cuido a mi papá” le dijo su hija, y ahí estuvo en San Jacinto.
Dice Tía Meche que a su edad, está viviendo una experiencia que disfruta como si fuera quinceañera, o, como escribió en una canción Héctor Martell, bailar con la Delegación de su pueblo la hace sentirse como de treinta.