VÍCTOR GONZÁLEZ SÁNCHEZ/Fotografía: FERNANDO TALAVERA
Dios les da las peores batallas a sus mejores guerreros.
Hoy los árboles en Oaxaca amanecieron tristes, sus hojas penden flácidas y desvalidas, se mueven lentamente con el viento, se sienten solos y vulnerables, se han quedado sin su defensor, sin su amigo fraterno que cuidó de ellos tantos años, aquel camarada que puso en riesgo su integridad y peleó hasta la muerte por salvaguardarlos, por protegerlos, por evitar que manos extrañas e indolentes se posaran sobre sus ramas para herirlos, para sacrificarlos sin sentido.
Ayer por la tarde (jueves 21 de noviembre) se libró una feroz contienda en la Villa de Antequera, fue la batalla final de un guerrero que nació siendo águila y optó por ser jaguar… jaguar de luz, uno de los pocos guerreros auténticos que aun quedaban sobre la faz de la tierra, su maltrecho cuerpo no pudo más, las heridas infligidas por su terrible oponente esta vez ya no sanarían, su último latido estremeció a los árboles de nuestra ciudad y golpeó duramente nuestros corazones.
Su lucha incansable fue siempre genuina, noble, arriesgada, la mayoría de las veces casi imposible de lograr y muchas veces incomprendida; en esta “maravillosa” era digital y de vertiginosos avances tecnológicos ¿A quién le importan hoy en día los árboles y los jaguares por Dios?… ¿Quién pierde el tiempo en defender el patrimonio natural, cultural e histórico de nuestro pueblo?… pocos, muy pocos y cada vez menos.
Sin embargo Francisco Verástegui jamás se doblegó ante la adversidad, dedicó sus escasos recursos económicos, su vasto acervo cultural, su indoblegable fuerza interior y su gran espíritu a promover el rescate y la defensa de nuestra riqueza natural, de aquellos seres indefensos y silenciosos, que desde el inicio de los tiempos han atestiguado los grandes acontecimientos de la historia y que desde siempre nos han brindado ese fluido esencial para subsistir, la vital emanación de los árboles de vida, la cual nos regalan cada vez que respiramos.
Férreo y tenaz Francisco Verástegui nació, creció, vivió y murió de la forma más honorable que un guerrero puede aspirar: luchando, esa fue su consigna durante su paso por este mundo, a escasos quince años de edad sufrió el primero y más duro embate que el destino le tenía reservado, perdió a sus padres en un trágico accidente, acontecimiento que le dejó marcado para toda la vida y quizás la causa más importante de que se convirtiera en el personaje que todos conocimos, de carácter fuerte, desconfiado, crítico, revolucionario y solidario; Pancho, como le decíamos sus amigos, además de activista, ambientalista y defensor de nuestro patrimonio, fue un gran artista, restaurador, escritor, pintor y grabador, su obra eminentemente contestataria se distinguió por plasmar nuestra realidad política y social, denunciando repetidamente la corrupción desmedida en las altas esferas del poder.
Querido hermano, recibe nuestro eterno reconocimiento, nuestro inmenso cariño y agradecimiento por luchar por nosotros, te vamos a extrañar en este plano físico, pero en algún momento, tarde o temprano, los que nos quedamos en la tierra, te alcanzaremos en el más allá, en el Mictlán. como me dijiste la última vez que platicamos, pero sabes? tú no estás ahí, tú estás sin duda en Omeyocan, en el Valhalla, en ese paradisiaco lugar que sólo los nobles guerreros acaecidos en la batalla tienen el honor de habitar.
Hasta la victoria, siempre!
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 22 de noviembre de 2019.
2 comentarios
Su reflejo incansable y solidario no pudo generar tan bello texto!!! Buen viaje entrañable guerrero, tu viaje será acompañado con tan bellas palabras y serás guiado al final por un fiel compañero que reconoce tu ardua labor!! Abrazo fraterno a todos los familiares y amigos!!
Gracias por él apoyo y difusión, somos un grupo de mujeres con muchas ganas de salir adelante, que sin importar edad ni género nos Respetamos y tenemos un gran cariño compañerismo y respetó ante todo