Fotografía: MILENIO
Las cosas extraordinarias
son ciertas.
CRS / DIARIOS
El pasajero del primer vuelo transcontinental París-Nueva York, a su regreso al puerto de despegue, tuvo problemas con amigos y conocidos para compartir en narración la extraordinaria experiencia de volar. ¿Cómo narrar el viaje por las nubes? ¿De qué color son los mares desde el aire? No existía referencia alguna de aquel logro. Para hacer creíble la aventura, alcanzó a decir:
___ En el vuelo, una mujer me ofreció cacahuates.
- Nadie verdaderamente necesitado de escribir pide consejos.
- Respira, sólo respira, el oxígeno es más importante que la escritura.
- Conserva en todo momento el ánimo que motivó tu escritura, la incomunicación.
- Observa, aprende a mirar con los pulmones repletos de oxígeno.
- Toda la imaginación parte de cierta oposición a tu entorno, conoce al enemigo, aprende a describir todo aquello que te rodea, tu rostro mismo, hasta el mínimo detalle.
- Tu voz estará en tu entorno y no en tus pensamientos –identifica dónde está el afuera y el adentro-, los pensamientos generan miedo, incomunicación.
- El que escribe no quiere, sólo observa.
- Las palabras están cansadas de servir a los mismos amos, decir lo mismo.
- Las palabras son opositoras.
- En las palabras está la ubicación del tesoro, el mapa secreto está en el aire.
- Cuando sueltes las palabras pide suerte para ellas, van incompletas.
- Busca cómplices, no lectores.
- No hay nada tan lamentable para el que escribe que la alabanza a su trabajo.
- Los perversos no tienen épocas, no se alinean en generaciones; están en todas las épocas y forman distintas generaciones, acostúmbrate, no tienes patria.
- Duerme, no escribas.
- Las palabras que utilizas para escribir tu desesperación serán las mismas que servirán en homenajes póstumos a queridos escritores.
- Une amigos con tu escritura, las palabras precisas logran superar individualismos.
- La escritura está en todas partes, el libro sólo es un soporte de las palabras, uno más que conforma el objeto vacío.
- Acude a los homenajes de los escritores fallecidos, ahí te esperan tus palabras.
- Juega, lee, busca los elementos de la clarividencia.
- Perversidad y lujuria, vida callejera son inmortales.
- La muerte está en los homenajes luctuosos.
- Cree ciegamente en los humillados.
- Descree de tu vida, tu experiencia; lo importante está en el sentimiento ajeno porque se toca y no duele en carne propia.
- Conserva tu vida, toda la humanidad radica en tu cuerpo.
- Protege tu cuerpo, lo necesitarás cuando te inunde la desesperación.
- Vende Biblias.
- Vende corbatas de casa en casa.
- Sé abigeo.
- Reniega de Dios.
- Busca a las mujeres, son fieles a la pasión por las palabras.
- Cree de los maestros, son referencia de lo insuperable.
- Tu escritura es única, trabaja confiado en lo imposible.
- Repudia el dinero, encuentra placer en gastar tu dinero.
- Descree de la industria editorial, para mantener su negocio proponen rebajas.
- Pierde tu tiempo, no hay mejor forma de hacer la vida.
- Muerde el aire, resulta el mejor alimento para las letras.
- Abre la boca, en la boca abierta entran todas las palabras.
- Escribe y olvida, los que escriben y recuerdan son fantasmas.
- Recuerda el descorchar de las botellas, la música de los cristales, el brindis; el olor de la axila femenina, ahí mora lo eterno.
- Forma legión.
- Ofrece tu sangre por las letras.
- Nunca dejes una copa por un libro, un libro por una mujer, una mujer por la borrachera. Lo que llegue primero será la mejor elección.
- Corre del aplauso, trabaja por el aplauso.
- Del hocico de los perros sale la luna.
- Utiliza las formas literarias del folclor (ahí está el gusto de tu siglo).
- Sé innovador, la tradición literaria cambia cada cien años.
- Escribe y olvida, de esta forma celebrarás cada intento.
- Así como dejas la leche para el gato en la ventana deja en la mesa la cuartilla para los muertos.
- Escribe para los muertos, ellos son lectores netos.
- Ningún poema llegará a ser tan memorable como una canción.
- No alimentes a la madrastra.
- Ahorra pila, escribe.
- En los velorios escribe acertijos.
- Observa la belleza de un seno cubierto por el vestido negro escucha el gemir de la viuda.
- Practica el desvelo, en la falta de fuerzas reinan todas las palabras.
- Ya estás muerto, escribe.
- No maldigas la amistad de los maestros.
- No busques consejos, pide malos ejemplos.
- Lee en voz alta tu trabajo, de todas las cosas que forman la vida humana sólo la voz perdura una eternidad.
- Ninguna escritura será más alta que las piernas de una mujer.
- Nadie escucha consejos.
* El pasado 4 de septiembre se conmemoró el nacimiento del Escritor Eusebio Ruvalcaba,
estas líneas son para celebrarlo. ¡Feliz cumpleaños maestro!