Para Cape y Amilcar, poetas juchitecos
Uno
En la lectura preguntaron cómo encontrar la salida al miedo que somos en esta tierra que tiembla si esta es la misma tierra que enamoraron a nuestros padres y la misma tierra que nos enseñó el amor una tarde cuando la luna salió entre las plantas del parquecito público de la agencia municipal. ¿Cómo salir del miedo? Andaban las réplicas, desde las grietas de los muros de la agencia municipal salió luna que nos enseñó el amor salió aquella tarde en la adolescencia.
Dos
Informadores viejos/Buscamos en la radio el futuro que nos ofrecieron nuestros padres. Sobre una carretera mala antes de llegar a Chicapa pasamos por un retén militar que cuidaban la droga y los molinos de viento de las empresas eólicas –las aspas grises. En un zaguán abierto compramos cervezas y las mujeres hablaban del clima en un zapoteco cansado. Yo sentí la misma sed vieja que sentí la tarde que me largué de casa, en la adolescencia.
Tres
Todo oxígeno se vuelve agua, el cuerpo es el continente del líquido, retienes líquidos, ordena el capitán poner en manual la bomba de achique (¿dónde está el baño?), malditos líquidos. El mal humor, la desesperación, la angustia, se convierte en agua (nos aventamos una larga meada en la carretera). La grieta, la luna, el amor todo se convierte en agua. El retén, la noche, el camino malo. La ilusión, la solidaridad, las palabras todo se convierte en el pozo oscuro del agua que retienen tus riñones. En la agencia municipal de Chicapa de Castro cenamos tacos y tlayudas con refresco Orange Crush.