OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com/vía COMUNICADO).- Desde hace una década, Luis Fernando ha participado en la Procesión del Silencio, empezó cargando el estandarte de la Sangre de Cristo, cuando tenía solo 11 años de edad y un año después cargó su primera cruz.
La Procesión del Silencio se realiza en la ciudad de Oaxaca de Juárez desde hace 31 años y representa uno de los acontecimientos más importantes de la Semana Santa, en el que turistas locales, nacionales e internacionales, conocen y aprenden de este pasaje histórico.
“Cada ser humano tiene sus propios pecados, depende del tramo es como nos va pesando la cruz, depende de los pecados que cometas en el año. Hay gente que porta un manto, otros entran de rodillas hasta el altar, pero nosotros nos preparamos cargando la cruz”, relató Luis Fernando de 22 años de edad.
El Viernes Santo constituye una las fechas más trascendentales de las celebraciones de la Semana Santa, un periodo durante el cual la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
La Procesión del Silencio en Oaxaca inició en el año 1986 cuando el párroco del templo de la Sangre de Cristo, Pedro Osorio, así como los oaxaqueños José Humberto Palancares, Ana Bravo Vasconcelos y Don Carlos Ocampo Prieto, decidieron revivir una celebración que hacían los dominicos para expresar el pésame a la Virgen por la muerte de Jesús.
Para Luis Fernando, quienes participan deben portar una capucha, debido a que no pueden estar descubiertos, “porque nos pueden identificar familiares, amigos u otras personas, y sería una falta de respeto a la procesión, aunque nos pueden tomar fotos y hasta saludarnos, pero debemos guiarnos por el instinto”.
“Participar en la procesión no es juego, una cosa es purificarse y otra es saber qué es lo que se siente al cargar una cruz. Para participar hay que ir de buena fe y sin morbo, además de que hay que estar bien físicamente”, relató el joven Luis Fernando.
La procesión de este año, es la última en la que participa Fernando, “ya que solo la penitencia es de 10 u ocho años y ya cumplí con el tiempo”.
Las heridas en los pies y manos son las lesiones más comunes que presentan los que participan en la Procesión del Silencio, quienes espiritualmente se preparan antes y después de su participación.
Este año la procesión contó con la participación de 21 imágenes del mismo número de templos de la ciudad e inició después de las seis de la tarde, partiendo del templo de la Preciosa Sangre de Cristo, para subir por la Cruz de Piedra, dando la vuelta sobre García Vigil para terminar en la calle Morelos.
Durante todo el recorrido que comprendió 14 cuadras, se ambientó y sonorizó con música en vivo, y participaron cerca de 400 jóvenes y adultos, quienes cargaron las cruces de 15 y 30 kilos, además de las diferentes imágenes y estandartes.
Cerca de 20 mil turistas locales, nacionales e internacionales presenciaron esta caminata ordenada y silenciosa, que en gran parte de su trayecto fue acompañada por los sonidos de la chirimía y el tambor.
La Procesión del Silencio estuvo organizada por el Municipio de Oaxaca de Juárez, la Arquidiócesis de Antequera y el Grupo de Scott y se dividió en cinco bloques. El primero fue el de apertura integrado por cuatro Pregoneros con cartel, dos ciriales y la cruz de plata, acólitos, apóstoles, obispo y sacerdotes.
Mientras que el segundo bloque estuvo integrado por seis estandartes; el tercero por penitentes y cinco estandartes; el cuarto por cinco estandartes; y el quinto bloque se integró por cinco estandartes.
Los estandartes que participaron son: Cruz de Caravana, Oración en el Huerto, Aprehensión del Señor, Divino Preso y Señor de la Columna, el cual data del siglo XVII y es uno de las más antiguos de la procesión. También se contó con el estandarte Dulce Nombre, Jesús Nazareno, Virgen Dolorosa y Señor de las Peñas.
Además del Señor de las Maravillas, Señor de las Tres Caídas, el Señor del Rayón, Señor de Esquipulas, San Juan Apóstol, Virgen de los Dolores, Cristo Crucificado, Virgen Dolorosa, Santo Entierro de Nuestra Señora del Carmen, San Felipe Neri, Virgen de los Dolores y Virgen de la Soledad.
Además participaron las Cofradías de las Siervitas, las damas de la Virgen de Dolores- pertenecientes al templo del Patrocinio- el Santo Entierro y las Legionarias de la Virgen María.